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Policiales Rosario | Policía | corrupción policial

Corrupción y cambios en la policía de Rosario: las cajas negras que se generaron con la complicidad de civiles

El gobernador intervinó la Unidad Regional II de Rosario, luego de que se descubriera una red de corrupción que generaba unos 45 millones de pesos mensuales.

Aunque no se puede hablar de un recrudecimiento de la violencia como años anteriores, durante las últimas semanas empezaron a multiplicarse las balaceras, retornaron los mensajes que expone la propia mafia, como ocurrió este miércoles en la zona sur de Rosario, donde también fue baleada la casa de un personaje oscuro de las tramas ligadas a la narcocriminalidad como es Norma Acosta, de estrechos vínculos con Lorena Verdún, de la banda de Los Monos, que dijo luego que el ataque se produjo porque denunció la corrupción policial.

Este jueves, la policía detuvo a un joven de 18 años en Convención al 3600, como sospechoso del ataque contra el domicilio de la expresidiaria, condenada a seis años de prisión en 2013, un caso que fue confirmado en 2018 por la Cámara de Casación Penal.

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A la par, aunque no parezca tener relación, renunció un hombre fuerte dentro de la policía, que sus funciones excedían al cargo que ocupaba, que era el de subsecretario de Formación Policial de Santa Fe, Marcelo Villanúa.

Menos crímenes y más balaceras en Rosario

La gestión de Maximiliano Pullaro había transitado con cierta soltura y tranquilidad en el manejo de la policía. Los buenos resultados en materia de seguridad, con una pronunciada baja de los homicidios, y descenso de otros delitos menos graves, disimulaba algunos problemas históricos y estructurales de la policía, entre ellos, las cajas negras: un fenómeno casi constitutivo de la fuerza de seguridad.

Según datos del Observatorio de Seguridad Pública, los homicidios en el primer trimestre bajaron a nivel provincial, con respecto al mismo periodo del año pasado. Se cometieron 59 asesinatos en toda la provincia, con una reducción del 9,2%. En ese lapso de 2024, se registraron 65 crímenes. En 2023, esa cifra fue de 120 asesinatos. La reducción de los homicidios entre 2023 y 2025 fue poco más de la mitad.

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El gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro junto al ministro de Seguridad Pablo Cococcioni.

El gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro junto al ministro de Seguridad Pablo Cococcioni.

La tendencia del descenso de los crímenes en toda la provincia tuvo una excepción: Rosario. En este departamento se registró un leve aumento del 5,7% respecto al trimestre anterior. En la capital provincial la baja fue del 6,3% en el mismo periodo.

El incremento de los asesinatos en Rosario fue leve. En los tres primeros meses de 2025 se cometieron dos crímenes más que el año anterior (37 contra 35). Pero si uno contrasta esta cifra con 2023 la baja es abrupta: se produjeron 70 homicidios en ese periodo.

En abril hubo siete asesinatos en el departamento Rosario, con lo cual las estadísticas muestran que el principal problema que enfrentaba esta ciudad del sur provincial sigue bajo cierto control. No hubo un aumento de los crímenes de manera exponencial. Lo que comenzó a advertirse durante las últimas semanas, según distintas fuentes policiales, es un aumento de las llamadas balaceras, aunque este tipo de ataques violentos no llega a niveles de años anteriores. Y crímenes selectivos, dentro de un ambiente de tensión muy puntual, como es el barrio 7 de Septiembre, en el noroeste rosarino.

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Doble crimen con sello mafioso en Rosario

El lunes pasado, dos hombres fueron asesinados por sicarios en el barrio 7 de Septiembre, una de las zonas más conflictivas de la ciudad, por la presencia de la banda Los Menores, ligada a la barra de Rosario Central, uno de los focos más preocupantes en el esquema criminal de Rosario. Las víctimas, Juan José Quintela, de 52 años, y Eduardo Ezequiel Gallardo, de 42, murieron de 15 disparos.

Dos días después aparecieron dos sábanas con mensajes pintados en la zona sur de Rosario. Una en la puerta de la escuela primaria Constancio Vigil y otra en un auto en Garay al 1000. Ambas tenían el mismo mensaje, que estaba dirigido a Dylan Cantero, de la banda de Los Monos, y a Andrés Bracamonte, hijo del exjefe de la barra de Central, asesinado en noviembre del año pasado.

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Hacía tiempo que los grupos mafiosos no usaban a los medios para advertir a sus rivales. Por eso, el mensaje literal no se reproduce en esta nota. Se analiza que la aparición de estos textos en sábanas pintadas con aerosol tiene relación con el homicidio del lunes en barrio 7 de Septiembre. La estructura de negocios que se disputa excede, como ocurre en Newell’s, el control de la barra de Rosario Central, sino que tiene que ver con la hegemonía territorial de la venta de drogas, entre otras cosas.

Los nuevos jugadores del negocio narco

Aunque con niveles de violencia menores a los años álgidos, lo que empieza a verse desde hace un tiempo es la aparición de nuevos jugadores en el negocio narco. También alianzas más recientes.

El aislamiento de Ariel “Guille” Cantero, de Esteban Alvarado y de otros representantes de peso del negocio narco, dejaron el espacio para que irrumpiera una nueva generación, que a pesar de que se presente de manera autónoma, siguen teniendo lazos con los históricos. Matías Gazzani, uno de los referentes de Los Menores, se mantiene prófugo desde hace más de un año.

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Una causa por corrupción que salpica a la policía de Rosario

El problema de la corrupción policial volvió a emerger en este contexto, en una investigación que llevó adelante el fiscal José Luis Caterina, a partir de un llamado al 911 –de acuerdo a la versión del secretario de Seguridad Omar Pereyra–, en el que se contaban detalles de las maniobras oscuras con la carga de combustible, un clásico de las cajas negras policiales. Esto derivó en la intervención de la Unidad Regional II, que estará a cargo de Claudio Romano, que estuvo al frente de la URII durante un breve lapso de tres meses en la gestión de Marcelo Sain.

La causa tiene 20 detenidos, once corresponden a Rosario y nueve a la ciudad de Santa Fe. El secretario de Seguridad estimó que el perjuicio para el Estado fue de unos 45 millones de pesos mensuales. Cuatro detenidos son empleados de estaciones de servicio. Porque la maniobra, que se hacía con las tarjetas Visa Flota, tenía que tener una pata privada. Por eso, los allanamientos y detenciones se realizaron el lunes 5 de mayo, cuando estaba previsto que empleados policiales de bajo rango iban a buscar los sobres a las empresas expendedoras de combustible.

En los allanamientos se secuestraron alrededor de 150 mil dólares y en algunos domicilios se encontraron posnet para pasar los pagos, que en teoría deberían haber estado en las estaciones de servicio. El descontrol era total y, aunque no está imputado, el jefe de la URII Daniel Acosta debía tener control sobre esta situación. Por ejemplo, había autos que estaban en reparación y que figuraba que les cargaban combustible varias veces por semana.

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En la audiencia imputativa que se realizará la semana próxima el fiscal tiene previsto imputar a tres jefes y dos subjefes de la policía rosarina por la malversación de fondos de la fuerza en estaciones de servicio. Ahora, con el resultado puesto, muchos en la policía señalan que estas maniobras se sabían desde hace tiempo. Pero nadie decía una palabra.

Este año es probable que se lleve adelante el juicio contra los exjefes de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau y Omar Odriozola en el marco de la que causa conocida como "D4", que investigó fraudes al Estado por medio de reparaciones falsas a móviles policiales.

Esa causa se inició en el 2016, a raíz de una denuncia del entonces ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. A lo largo de la investigación fueron condenadas nueve personas que acordaron penas, cinco de ellas de cumplimiento efectivo, por medio de juicios abreviados.