Amparado en encuestas que muestran aprobación mayoritaria sobre su gestión, el presidente Javier Milei avanza con el recorte del gasto y el achicamiento de la planta de personal. Los riesgos de que la disputa ideológica con los mandatarios México y Colombia pueda tener consecuencias económicas.
La motosierra de Javier Milei está encendida al máximo, pero no son pocas las voces que alertan sobre el impacto social del ajuste.
El presidente Javier Milei no trepida a la hora de ajustar el gasto público para alcanzar el déficit cero este año. No solo licúa los ingresos jubilatorios y salariales, cortó de cuajo las transferencias a las provincias, eliminó subsidios y paralizó la obra pública; ahora su obsesión es reducir al máximo la dotación de empleados del Estado.
La primera fase del ajuste ya arrancó con la no renovación de al menos 10.000 contratos de empleados estatales y no se descartan otras miles de bajas en junio próximo.
Cada jurisdicción de la administración pública es la que define qué contratos dar de baja y cuáles se renovarán y, según estima la Jefatura de Gabinete, el número de despidos alcanzó a fines de marzo entre 10 y 15 mil empleados.
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El presidente Milei aseguró que serán 70.000 los trabajadores cesanteados, cifra que desde la Casa Rosada relativizaron. "Ese número es el universo de contratos en revisión actualmente. Las bajas se harán en etapas. Ahora, en marzo, el número rondará en un 20%. Hay contratos que se renovarán, pero solo por tres meses y se continuarán revisando por etapas", detallan las fuentes oficiales.
La motosierra de Milei está encendida al máximo y no son pocas las voces que alertan sobre el impacto social del ajuste. El propio director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, si bien calificó de “impresionante” el progreso del programa económico del Gobierno, llamó a mejorar la calidad del ajuste fiscal. “La calidad, quiero subrayar, no la cantidad”, dijo Valdés, para quien es “muy importante mantener los esfuerzos para apoyar a los sectores más vulnerables de la población” y evitar que “la carga más pesada del ajuste no caiga desproporcionadamente sobre las familias de la clase trabajadora”.
Milei, sin embargo, se ufana del ajuste del gasto realizado hasta ahora. “El más grande de la historia de nuestro país”, enfatiza. Está convencido de que el segundo semestre traerá buenas noticias en materia de crecimiento y se apalanca en los porcentajes de apoyo social que recibe, según las encuestas.
El último informe de Satisfacción Política y Opinión Pública de la Universidad de San Andrés, por caso, revela que a cuatro meses del desembarco libertario en la Casa Rosada, la aprobación del gobierno de Milei decreció solo tres puntos porcentuales desde diciembre, cuando alcanzó un 54%.
Sin embargo, ese mismo informe advierte que el 67% de las personas manifiestan estar insatisfechas con el estado general de las cosas. Aun así, el 46% de las personas encuestadas consideran que la situación del país mejorará.
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En cuanto a la satisfacción con las distintas políticas públicas, el informe destaca que Seguridad encabeza la lista como las más valoradas entre los encuestados (41% de satisfacción) junto con la política exterior, esta última diametralmente opuesta a la que llevaron adelante los últimos gobiernos kirchneristas.
En efecto, Milei no ahorra descalificativos e insultos hacia aquellos mandatarios contrarios a su imaginario ideológico y que supieron ser aliados de los gobiernos de Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
Uno de sus blancos predilectos es el presidente de Colombia, Gustavo Petro, con quien viene confrontando en una dura escalada verbal. La tensión alcanzó el punto máximo el pasado miércoles cuando, luego de que el presidente argentino lo tildara de “asesino terrorista y comunista”, el gobierno colombiano decidiera expulsar a los diplomáticos argentinos de su país.
El presidente argentino también embistió contra su par de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó de “ignorante”. El mandatario mexicano respondió por las redes sociales. “Todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo”, replicó.
Milei no parece dispuesto a bajar el nivel de confrontación, aun a riesgo de que nuestro país sufra severas consecuencias por sus exabruptos hacia mandatarios de naciones vecinas.
De confirmarse una virtual ruptura de relaciones con un país hermano como Colombia, la Argentina perdería a un socio de importancia en su intercambio comercial; según datos del INDEC, en 2023 Colombia fue el decimonoveno socio comercial en importancia de Argentina, con un intercambio total de U$S 1.682 millones.
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