Ese día, madre e hijo viajaron desde Canoas hasta la vivienda de la pareja para compartir una comida familiar. Cámaras de seguridad de un vecino registraron su llegada y, cuatro horas después, la salida con movimientos sospechosos: colocaron colchones para tapar la vista desde el exterior y cerraron el portón. Los cuerpos nunca aparecieron.
Las pruebas que llevaron a las detenciones
La familia denunció la desaparición de Rubem y Marlene al notar la ausencia de noticias y encontrar a su perro muerto en la casa vacía. La Policía Civil halló rastros de sangre en las paredes y el jardín.
Imágenes de seguridad, restos biológicos y declaraciones cruzadas señalaron a Claudia y Andrew como principales responsables. En mayo de 2022, tras casi tres meses de investigación, ambos fueron detenidos.
LEER MÁS ► Buenos Aires: hallaron hombre apuñalado, incinerado y atado con cables dentro de una bolsa en un corralón
Andrew confesó el crimen y reveló que los cuerpos habían sido incinerados en una parrilla industrial durante 36 horas. Según su relato, esparcieron las cenizas y fragmentos óseos en un bosque cercano al río Gravataí, dejando pocas evidencias físicas.
Las acusaciones y el juicio en curso
Claudia y Andrew enfrentan cargos por doble homicidio calificado, ocultamiento de cadáver, maltrato animal y fraude procesal. El juicio avanza con pruebas que incluyen videos donde se evidencian preparativos sospechosos, como la instalación de polarizado en las ventanas del auto una semana antes del crimen.
Además, se encontraron en los teléfonos de los acusados imágenes de lugares desolados que, según los investigadores, indican planificación previa.