La Tradescantia —en sus variedades zebrina, purpurea, fluminensis o nanouk— es una de las plantas más populares en Argentina por su crecimiento rápido, su resistencia y sus colores intensos. Pero tiene una característica única: se vuelve un indicador natural de luz.
Cuando recibe poca iluminación, pierde color y se vuelve más verde. Cuando tiene buena luz, se intensifican los tonos violetas, rosados o plateados. Por eso muchos la consideran una planta “alerta”, ideal para principiantes.
Por qué la Tradescantia cambia de color
El color de sus hojas depende de la cantidad de luz solar que recibe.
Sus pigmentos (antocianinas) se activan con mayor intensidad bajo luz brillante. Si falta luz, el color se diluye.
En interiores mal iluminados, las hojas se vuelven más verdes y la planta se estira buscando claridad. En cambio, con buena luz indirecta, recupera sus tonos fucsia, violeta y plata.