La muerte de Gustavo Guillén impactó a todo el mundo del espectáculo. Falleció el jueves en el hospital de La Plata, donde había ingresado el lunes en muy mal estado y sin poder orinar.
Su familia, que no puede creer su partida, tomó una decisión con respecto a sus restos. Según informa La Nación, quieren cremarlo ya que no pueden despedirlo por el protocolo que rige en la Argentina debido a la pandemia.
A Guillén le realizaron un hisopado apenas llegó a la guardia. Tenía fiebre y los médicos querían descartar que tuviera coronavirus. El resultado dio negativo, pero su cuadro empeoró con el correr de las horas.
Era padre de dos hijos: Valentino, nacido en 2013, y Pedro, que tiene apenas tres años. En septiembre del año pasado su nombre estuvo en boca de todos tras haber sido denunciado por su exmujer, quien lo acusó de haber ejercido violencia de género.
"Fue una situación irreal en la que por la falta de comunicación llegamos a instancias tremendas. Se juntaron algunas cosas y terminamos insultándonos en situaciones límite. Eso quedó en un marco de violencia de género pero no lo fue. Y me ocasionó un trastorno tremendo; me coartó la posibilidad de trabajo. Fue una situación ambigua. Quisimos formar un proyecto de familia y fue doloroso ver cómo se desacomodó todo. Y con una criatura chiquita de por medio. Luciana es la mamá de mi hijo Pedro y está todo bien ahora, no hay nada en manos de la Justicia", expresó en el programa de Moria Casán.
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