El vocero presidencial, Manuel Adorni, había anticipado esta medida, destacando que el Presidente firmará un decreto que declara a Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización, conforme al artículo noveno de la Ley 23696, conocida como Ley de Reforma del Estado. La norma, que requiere aprobación del Congreso, se enmarca en las políticas de apertura económica del Gobierno, subrayando que la conectividad aérea es fundamental para el desarrollo del país.
El decreto también establece que la privatización permitirá que Aerolíneas Argentinas opere con criterios de eficiencia comercial y fomente la competencia, sin comprometer la soberanía nacional. “Esto mejorará la calidad del servicio, protegerá las finanzas públicas y evitará que los argentinos sigan cubriendo el déficit de una empresa ineficiente”, explicaron desde el Gobierno.
Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización.pdf
La decisión de avanzar con la privatización se produce en medio de conflictos laborales que han incluido huelgas y reclamos por parte del personal. El Gobierno criticó a los empleados, afirmando que “a pesar de la difícil situación económica de Aerolíneas, mantienen beneficios que agravan el problema”. Estos beneficios incluyen pasajes gratuitos en clase ejecutiva para pilotos y familiares, así como suplementos en dólares y descuentos para jubilados.
Tres pilotos de Aerolíneas Argentinas fueron despedidos por negarse a operar dos aviones que debían ser trasladados para su devolución
El Gobierno declaró "sujeta a privatización" a Aerolíneas Argentinas.
Desde el entorno de Javier Milei, se ha advertido que si el Congreso no aprueba la privatización antes de fin de año, se entregará la empresa a los empleados o se cerrará.
La situación se complica aún más con la necesidad urgente de nombrar un Gerente de Operaciones, tras la renuncia del actual.
Este nombramiento debe concretarse antes del 16 de octubre, cuando también se discutirá la expulsión del sindicalista Pablo Biro del Directorio. Tradicionalmente, este puesto se definía en consonancia con los pilotos, pero esta vez la propuesta de los mismos ha sido calificada de “descabellada”.
