Se trata de una jugada riesgosa. Por el lado de los ingresos fiscales, además de la licuación de los gastos sociales y las transferencias a las provincias, el impuesto País y el aumento de la alícuota fueron pilares para obtener superávit fiscal primario en todos estos meses. Además, ayudaron a compensar la caída de la recaudación de los tributos vinculados al consumo y a la ANSES.
La apuesta oficial es que la baja de la recaudación por el impuesto País sea compensada por el incremento de las tarifas de servicios públicos y la consecuente reducción de subsidios y por la mayor recaudación por el impuesto a las Ganancias y el monotributo.
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A su vez, la venta de dólares a los importadores podría aumentar la demanda de divisas por los menores costos de los insumos y productos que se compren del exterior, afectando la producción doméstica.
“Vinculado a las importaciones, se anunciaron medidas para bajar el costo de la importación de insumos de acero, aluminio y materiales para la construcción a través de un cambio en los reglamentos técnicos, con lo que casi una tercera parte de las importaciones ya no tendrán intervención aduanera”, señala la Consultora LCG.
La menor carga tributaria importadora podría llevar a una disminución de los precios internos, pero también podría permitir mayores márgenes de rentabilidad para los distintos eslabones de la cadena de comercialización.
Aeropuerto Internacional Rosario
En julio fueron más los argentinos que viajaron al exterior que los extranjeros que ingresaron al país.
Por eso, la Consultora LCG señala que “el impacto sobre la inflación resulta difícil de estimar: dependerá de la estructura de costos de los distintos bienes y servicios que incorporan bienes importados, del grado de competencia que presente el resto para habilitar o no la recomposición de márgenes de rentabilidad. Entendemos que no será significativo, no esperamos bajas nominales de precios, en todo caso un freno de ajustes programados”.
En tanto, el gobierno sigue aferrado a corregir el dólar oficial a razón de un 2% mensual contra una tasa de inflación que podría duplicarla, lo que explica el incremento del turismo argentino al exterior y los tours de compras a los países vecinos.
El “atraso cambiario” afecta la actividad doméstica por la menor presencia extranjera y por los mayores tours de compras al exterior.
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La salida de dólares por los pasajes, viajes y pagos con tarjetas marcan una evolución creciente, “castigando” las reservas del Banco Central.
El Indec informó que en julio fueron más los argentinos que viajaron al exterior que los extranjeros que ingresaron al país. Los principales destinos fueron Brasil (19,1%(; Chile (17,9%); y Paraguay (16%). El 48% de los turistas residentes salió del país por vía aérea; el 44,3% por vía terrestre; y el 7,7%, a través de la vía fluvial/marítima.
Esto se tradujo en una importante salida de dólares. Según el Banco Central, “la cuenta ‘Servicios’ registró un déficit de USD 566 millones en julio, resultando un 72% más negativo que los egresos netos del mismo mes del año previo. El resultado del mes se explicó por los egresos netos en concepto de ‘Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta’, de ‘Fletes y seguros’ y ‘Otros’ por USD 634 millones, USD 119 millones y USD 72 millones, respectivamente, parcialmente compensados por los ingresos netos en concepto de ‘Servicios empresariales profesionales y técnicos’ por USD 259 millones”.