De inmediato los bonos y títulos públicos pegaron un nuevo salto, el riesgo país retrocedió, los dólares financieros achicaron su brecha con el dólar oficial y el BCRA reforzó la compra de divisas y las alicaídas reservas, ayudado con el blanqueo.
Además, la tasa de inflación sigue retrocediendo y Economía impulsaría un programa gradual para ir flexibilizando el cepo. Así, el peso sigue apreciándose, lo que asegura rendimientos financieros en dólares que no se encuentran en el resto del planeta.
“La mejora en el humor financiero contrasta con el deterioro en el humor social”, admite el último Informe de IDESA. El interrogante sigue siendo si la coyuntura financiera puede derramarse sobre la actividad económica, el empleo, las jubilaciones, el consumo y las exportaciones.
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“Aun cuando en conjunto la actividad recupera niveles previos, la heterogeneidad entre sectores es marcada. Sin considerar el Agro, sector con crecimiento interanual en todos los meses del 2024, el resto de los sectores promedia una caída anual del 5,9% en 8 meses 2024 (vs. 3,1% en la totalidad del índice)”, señala la Consultora LCG.
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La heterogeneidad entre sectores es marcada.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
El informe agrega que “puntualmente en agosto, el Agro continuó siendo el principal sostén para que la actividad no se desplome más (+4,5% interanual). Aun así, desaceleró su crecimiento interanual por tercer mes consecutivo y sumó solo 0,2 puntos a la variación general.
En el otro extremo, actividades con fuerte peso relativo como el Comercio (-8% a/a), la Industria (-7% a/a) y la Construcción (-18% a/a), intensificaron su ritmo de caída respecto a julio, restaron 2,8 puntos a la variación general de la actividad“.
“Seguimos pensando – dice LCG- que en lo que resta del año el sendero será de crecimiento débil, con leves subas mensuales y una amplia disparidad sectorial”.
Las variables que cambian el humor social
Baja actividad, consumo deprimido y empleo estancado con mayores cesantías en el sector público son las tres variables que vienen marcando un cambio en el “humor social”, tras el veto a la ley de jubilaciones y al financiamiento de las Universidades.
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El humor social está cambiando tras el veto a la ley de jubilaciones y al financiamiento de las Universidades.
Y pese a los menores índices de inflación que no alcanzan para revertir el bajo consumo, agravado por la disparada de precios y tarifas de los servicios públicos y privados.
Luego de destacar el momento financiero actual, la Consultora PxQ señala que “la apreciación cambiaria complica la dinámica de las exportaciones y el endeudamiento externo no parece ser una alternativa en el corto plazo, dadas las actuales condiciones de mercado. Por esa razón, esta vez es distinto, pero porque esta vez es sin dólares".
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Y añade: "El fenómeno de Argentina cara en dólares no tiene lugar producto de una reversión de los flujos de capitales, sino más bien por la combinación de control de cambios, devaluación inicial y ajuste fiscal. La inercia inflacionaria post devaluación de diciembre 2023 redujo casi toda la ganancia de competitividad y, al mismo tiempo, la continuidad del control de cambios impide revertir el flujo de capitales”.
La conclusión de PxQ es que “la situación actual no es sostenible en el tiempo. Si el gobierno utiliza este período como la previa para un programa de flexibilización de los controles de cambio, existes chances de que Argentina consolide un período de baja inflación con acumulación de reservas y crecimiento económico. Para eso, el tipo de cambio de inicio debería ser uno que revierta el exceso de demanda de divisas y lo transforme en un exceso de oferta. Si, por el contrario, el gobierno prefiere evitar disrupciones y flexibiliza a estos niveles cambiarios, las chances de entrar en un período de estrés financiero aumentan. Y son aún más altas si, con cabeza electoral, las correcciones se posponen para después de las elecciones de medio término”.