En momentos que se debate el futuro de las relaciones con Brasil y China –una temática introducida por Javier Milei en los debates de cara a las elecciones–, en estos 10 primeros meses de 2023 el movimiento comercial con esos dos países sumó U$S 42.406 millones, equivalente al 35% del total de exportaciones e importaciones, un porcentaje que marca la importancia de esos mercados para la Argentina.
No se trata solo de una ruptura con China y Brasil porque, por razones ideológicas, la ruptura debería abarcar a otros países como Rusia, además de naciones europeas y de América.
Demás está decir que una ruptura diplomática solo con esos dos países privaría a la Argentina de esos mercados –como destino de la producción y como abastecedor de mercaderías, en especial de bienes de capital– porque si bien el comercio se realiza entre privados, las normas, aranceles y otras medidas son articulados por los Estados.
Una ruptura diplomática dejaría en el “limbo” las relaciones comerciales, frenaría el proceso integrador del Mercosur y alejaría por completo la posibilidad de alcanzar superávits comerciales.
La sustitución de relación comercial directa por la triangulación del intercambio comercial, una idea lanzada por Milei en el último debate, implica autoimponerse barreras comerciales con el consiguiente encarecimiento y hasta pérdida de tan importantes mercados.
Veamos algunos números. Argentina exportó a Brasil por U$S 9.967 millones, fundamentalmente en Manufacturas de Origen Industrial (U$S 6.251 millones). En igual período, y pese a la sequía, exportó a China $ 4.615 millones.
Ambos mercados recibieron bienes de la Argentina por U$S 14.582 millones, el 25,8% del total exportado: U$S 56.580 millones, de acuerdo a los datos del INDEC.
En los primeros 10 meses de 2022, las ventas a esos países fueron superiores (U$S 17.267 millones) equivalente al 23% del total exportado (U$S 75.205 millones). La sequía afectó los niveles de exportación que se suman a la caída de los precios internaciones sobre los bienes de exportación argentinos.
“En los primeros 10 meses de 2023, el saldo de la balanza comercial fue deficitario en 7.396 millones de dólares. Sin embargo, si hubiesen prevalecido los precios de igual período de 2022, el saldo comercial habría experimentado un déficit de 6.165 millones de dólares. Bajo este supuesto, y ante el mayor descenso del Índice de precios de las exportaciones (-9,6%), comparado con el Índice de precios de las importaciones (-7,0%), el país registró una pérdida en los términos del intercambio de 1.786 millones de dólares”, señala el INDEC.
LEER MÁS ► La reforma económica qué propone Javier Milei en caso de llegar a la presidencia
Tanto con China como con Brasil, el intercambio comercial es deficitario. “El intercambio con China representó 8,2% de las exportaciones y 19,4% de las importaciones argentinas totales”, dice el INDEC, lo que marca que el esfuerzo exportador que debería realizar el país para nivelar las cuentas.
El grueso de las importaciones de China son bienes de capital, piezas y accesorios de bienes de capital y bienes intermedios. De Brasil, también, bienes de capital y bienes intermedios.
Aquí es donde reside el mayor “déficit” argentino que, en proporción, exporta más bienes primarios y manufacturas de origen agropecuario (alimentos).