Los datos revelados por el sexto Sondeo de Alquileres en Santa Fe –publicados en el Anuario del observatorio Data Encuentro– revelaron que el 53% de los inquilinos destinan entre un tercio y la mitad de sus ingresos al pago del alquiler. De la misma manera, el 56% de las personas encuestadas indicaron que la mayor problemática que los afecta actualmente es económica.
En ese contexto, el referente de la Federación de Inquilinos de Santa Fe, Pedro Peralta, destacó en diálogo con AIRE que los números recopilados por la encuesta, "coinciden bastante con los números que manejamos desde el Frente" y aseguró que el trasfondo de la problemática en cuestión es "la alta inflación y los salarios bajos que pierden contra esa inflación".
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"El dato relevante que es que, aquel que alquila solo, tiene un solo ingreso y pone más del 50% de su sueldo en el alquiler. Nosotros vemos esto con mucha preocupación y no vemos mejoras a corto plazo", expresó Peralta.
En ese sentido, afirmó que "el problema de fondo sigue siendo una inflación altísima que no da tregua, y los salarios que están muy bajos y perdieron contra esa inflación". De la misma manera, añadió que "más allá de la modificación que hubo en la ley de alquileres con el ajuste es semestral y el índice de Casa Propia, el pago del alquiler termina siendo igualmente fulminante para los bolsillos de los inquilinos".
"No hay forma de que el porcentaje de Casa Propia esté bajando. Acá tiene que haber un cambio de fondo porque esto de la inflación no solo afecta a los alquileres, también afecta a los alimentos, los combustibles, los transportes y los servicios. En ese global, al inquilino se le pulveriza el salario", subrayó y catalogó a la situación como "crítica", donde "en una crisis inflacionaria y económica como la que estamos viendo en Argentina, no hay recursos para amparase".
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Por otra parte, el informe también hace hincapié en los movimientos que los propios inquilinos hicieron respecto al cambio de vivienda: el 45% de ellos renovó el contrato del inmueble donde vivía, mientras que el 31% afirmó haber cambiado de vivienda alquilada. De esa decisión sobre renovar o mudarse, la mayoría de los encuestados aseguró que la prioridad es el precio, es decir lo que resulte más económico.
"Si uno renueva y tiene que hacer un contrato nuevo por tres años, tiene que pagar los gastos administrativos, de confección del contrato, comisiones, que es un montón de plata. Supera ampliamente el mes y medio de alquiler. El inquilino tiene que pagar el mes en curso, y un mes y medio más. Entonces, si estás pagando una casa de 200.000 pesos, tenés que contar con casi medio millón de pesos para renovar un contrato".
De manera contraria –agregó Peralta– dijo que "tener que salir a buscar en otro lado significa tratar de negociar una renovación no muy estrafalaria con los precios que se actualizaron una enormidad".
"El inquilino tiene que salir a buscar un poquito de menor precio y eso implica alejarse y salir del círculo donde ya había creado su rutina de trabajo, de convivencia familiar, de la escuela de los chicos, de las actividades extracurriculares. Hay inquilinos que se han tenido que mudar a la periferia y hacer contratos particular a particular a ver si podían abaratar los costos", concluyó.
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