La Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordaron avanzar con algunas modificaciones respecto al entendimiento original, entre las que se destacan la meta de acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central (BCRA), con una reducción de US$ 3.600 millones al final del primer trimestre y de US$ 1.800 millones en el total anual, a raíz de la sequía sin precedentes que afectó al país.
Tras la aprobación de la cuarta revisión del programa, también se acordó mantener el 1,9% del PIB de déficit fiscal para 2023 y determinadas pautas para poder alcanzar los objetivos propuestos, entre los que se encuentran la decisión de avanzar con el recorte de los subsidios energéticos para los hogares de altos ingresos a partir de mayo 2023.
El único criterio de desempeño que fue ajustado es el de acumulación de reservas internacionales en el Banco Central, que fue recalibrado en US$ 1.800 millones hacia fin de año, desde US$ 9.800 millones originales de sumatoria entre el 1 de enero de 2022 y el 31 de diciembre de 2023 hasta los US$ 8.000 millones.
El Directorio del organismo remarcó en su informe sobre la revisión del acuerdo del cuarto trimestre de 2022 que "el cumplimiento de los objetivos trimestrales requerirá importantes esfuerzos de política".
"En el contexto de financiamiento limitado y cobertura de reservas débil y decreciente, las políticas macroeconómicas siguen siendo esenciales para contrarrestar el impacto de la sequía, abordar el aumento la inflación y asegurar la estabilidad", señaló el FMI en el documento de la cuarta revisión del programa publicado en las últimas horas.
Tras el pedido del Gobierno por las consecuencias negativas generadas por la sequía, el FMI recortó en US$ 1.800 millones la meta de reservas de divisas.
De esta manera, deberá acumular unos US$ 5.000 millones cuando termine el primer trimestre "considerando los menores precios de la importación de energía".
El FMI considera que las exportaciones agrícolas y la entrada de divisas en Argentina se podrían ver reducidas debido a la sequía, por lo tanto, generaría "implicaciones negativas para el crecimiento, reservas, inflación y saldos fiscales".
"Los riesgos de implementación del programa siguen siendo muy elevados dada la compleja situación económica, social y política interna. Mayor inflación y marcadamente menor crecimiento podría alimentar el descontento social y socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral", detallaron.
Ante esto, sugirieron que se elabore la planificación de contingencias y políticas de manera rápida, ya que serán "indispensables para mejorar la probabilidad de éxito del programa" con ajustes y políticas cambiarias más estrictas.
En otro tramo del documento, critica la moratoria previsional que se aprobó en el Congreso:
"Crea pasivos de pensión adicionales de alrededor del 0,4% del PIB a mediano plazo, por lo cual serán necesarias medidas políticas adicionales para mitigar el impacto y mantener la ruta de ajuste fiscal programada".
Sobre el dólar, el FMI recomienda eliminar las restricciones en el mercado cambiario.
El organismo recomendó eliminar las restricciones en el mercado cambiario, esto conlleva un tipo de cambio más elevado y menos impedimentos en el comercio o las intervenciones del Banco Central.
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"Las tasas de interés reales deberían permanecer lo suficientemente positivas para hacer frente a la alta inflación y respaldar la demanda de activos en pesos", manifestaron.
Y agregaron: "Es posible que se justifiquen aumentos adicionales de las tasas en caso de que se produzcan nuevos shocks inflacionarios o se intensifiquen las presiones cambiarias".
"La tasa de Crawling peg debería continuar apoyando la competitividad, con acciones recientes para racionalizar el régimen cambiario y agilizar las exportaciones", precisaron.
Respecto del financiamiento en pesos, advierten que "se necesitarán esfuerzos prudentes" para evitar "vulnerabilidades de corto plazo" y asegurar el financiamiento neto para el Tesoro.
En ese sentido, señala el organismo que "las intervenciones del Banco Central en los mercados secundarios de bonos deberían limitarse a abordar los riesgos de estabilidad financiera".
Por último, el staff report del organismo advirtió que "es posible que se requiera un endurecimiento adicional de la política macroeconómica y modificaciones adicionales a la política cambiaria para salvaguardar la estabilidad macroeconómica" y que el apoyo político a las políticas del programa sigue siendo fundamental en el período venidero.
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