El Club Atlético Colón igualó sin goles con Newell's Old Boys por el Torneo de la Liga Profesional de Fútbol. Repitiendo otra discreta actuación, el Sabalero sigue sin dar garantías y sin poder salir de la parte baja de la tabla.
Los equipos no especularon. Sin poner pausa al juego o tomarse el tiempo necesario para elaborar una jugada peligro, ambos conjuntos apostaron por los ataques directos. La mitad de la cancha era solo una zona de paso, nadie cortaba, por lo que el encuentro se tornó de ida y vuelta.
Newell's se aprovechaba de una frágil defensa sabalera para quedar mano a mano con Ignacio Chicco y Colón intentaba ponerse en ventaja gracias a la potencia de Ramón Ábila, quien estaba siendo incontrolable para la última línea del equipo local. Era un palo por palo interesante, entretenido.
En el mejor tramo del juego, dos choques entre jugadores rompieron la dinámica del partido, le quitó ritmo y se tornó trabado.
Newell's manejaba la pelota, la hacía circular buscando espacios en la poblada defensa de Colón, pero no tenían quien rompa en velocidad o con una gambeta. El Rojinegro estaba centrado en mantenerse ordenado, para complicar la labor ofensiva del local.
Segundo tiempo
En el complemento no se modificó la sintonía del partido, aunque perdió emoción y el ida y vuelta de los equipos ya era producto de un desorden preocupante. Las intenciones estaban, lo que faltaba era asociarse, buscar construir el juego, no atacar de forma aislada o con un pelotazo para intentar forzar un error en el fondo.
El Sabalero avanzaba a través de subidas en solitario de Eric Meza, Christian Bernardi o con los desmarques de Wanchope Ábila que tuvo en sus pies las ocasiones más peligrosas para Colón en el partido. Sin fluidez desde lo colectivo, la fragilidad del Leproso explicaba también por qué el conjunto santafesinos tenía chances de llevarse todos los puntos.
Todo se había tornado tan ordinario que el Leproso ya no tenía ideas para llegar al arco de Chicco y empezaba a sufrir las contras de Colón que, a su vez, tampoco era claro para inquietar a Lautaro Morales. Lo de los equipos este lunes era muy pobre, más allá de las buenas intenciones mostradas en el primer tiempo.
En los minutos finales lo único que se aguardaba era por el final del partido. El nivel general del encuentro era malo, no ofrecía un espectáculo atractivo para el espectador neutral y solo el pitazo final del árbitro podía terminar con estas actuaciones discretas. Con el empate, que no le sirve a ninguno, Colón se sigue mostrando muy lejos de su nivel y hasta llega a preocupar la falta de reacción de los jugadores que parecen haberse olvidado cómo jugar como equipo.