Una nueva investigación destaca que el planeta inhóspito Venus proporciona valiosas lecciones sobre el potencial de vida en otros mundos, así como sobre el destino que podría enfrentar la Tierra en el futuro. El astrofísico, Stephen Kane, señala que este planeta ofrece una perspectiva única sobre los límites de la habitabilidad planetaria.
Publicado en la revista Nature Astronomy, el estudio recopila una amplia gama de datos sobre la Tierra y Venus, destacando a este último como un punto de referencia crucial para comprender las condiciones que pueden excluir la vida en otros planetas alrededor de diferentes estrellas. A pesar de compartir algunas similitudes con la Tierra, como su masa y radio similares, Venus presenta una atmósfera inhóspita que ha llevado a los científicos a cuestionar por qué estos dos planetas evolucionaron de manera tan diferente.
Stephen Kane aseguró que Venus ofrece una perspectiva única sobre los límites de la habitabilidad planetaria
Los investigadores sugieren que el intenso flujo de insolación que recibe Venus del sol pudo haber desencadenado un efecto invernadero descontrolado, transformando drásticamente su ambiente y volviéndolo inhabitable. Según Infobae, esta investigación subraya la importancia de explorar otros planetas en nuestro sistema solar y más allá para comprender mejor las complejidades de la habitabilidad planetaria y el destino potencial de la Tierra.
Venus ofrece una perspectiva única sobre los límites de la habitabilidad planetaria
"Si consideramos que la energía solar que recibe la Tierra es del 100%, Venus captura el 191%", explicó Kane, y agregó: "Muchas personas piensan que esta disparidad es una razón clave por la cual Venus y la Tierra evolucionaron de manera diferente. Pero hay otro factor importante a considerar: Venus carece de luna, lo que influye en aspectos como las mareas oceánicas y la distribución del agua en nuestro planeta".
Además de estas diferencias conocidas, la realización de más misiones por parte de la NASA hacia Venus podría arrojar luz sobre otras incógnitas pendientes. Los científicos aún desconocen aspectos fundamentales, como el tamaño del núcleo venusiano, su velocidad de rotación relativamente lenta y la evolución de su campo magnético a lo largo del tiempo. "La ausencia de un campo magnético detectable en Venus podría estar relacionada con el tamaño de su núcleo", señaló Kane. "El tamaño del núcleo también nos proporciona información sobre cómo se enfría un planeta, un proceso del cual aún no tenemos una comprensión completa en el caso de Venus", aseguró.
El conocimiento del interior de un planeta terrestre como Venus es crucial para comprender la dinámica de su atmósfera y su evolución. La NASA tiene programadas misiones gemelas hacia Venus para finales de la década, entre las cuales se destaca la misión DAVINCI, que investigará la atmósfera venusiana en busca de gases nobles y otros elementos químicos. La participación de Kane en estas misiones promete arrojar nueva luz sobre los misterios del planeta Venus y su potencial para ofrecer valiosas lecciones sobre la habitabilidad planetaria.
La NASA tiene programadas misiones gemelas hacia Venus
"DAVINCI realizará mediciones de la atmósfera de Venus desde la parte superior hasta la inferior. Esto nos ayudará enormemente a desarrollar nuevos modelos climáticos y prever cómo evolucionarán estas atmósferas en otros lugares, incluida la Tierra, a medida que aumentamos continuamente la concentración de CO2", explicó Kane. Por otro lado, la misión VERITAS, liderada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, no descenderá a la superficie de Venus, pero permitirá la creación de detalladas reconstrucciones en 3D del terreno, revelando la actividad de placas tectónicas o la presencia de volcanes.
"Actualmente, nuestros mapas del planeta Venus están muy incompletos. Es fundamental comprender la actividad de su superficie y cómo ha cambiado a lo largo del tiempo. Para ello, necesitamos ambos tipos de información", añadió el científico.
¿Por qué son importantes las misiones a Venus?
En última instancia, el artículo aboga por misiones como estas a Venus por dos razones principales. La primera es la capacidad de utilizar Venus, con datos más precisos, como punto de referencia para garantizar la validez de las inferencias sobre la vida en planetas más distantes. "La parte desafiante de la búsqueda de vida en otras partes del universo es que nunca tendremos datos in situ de un exoplaneta. No podremos viajar allí, aterrizar o tomar mediciones directas", comentó Kane.
"Si creemos que hay vida en la superficie de otro planeta, podríamos estar equivocados sin siquiera saberlo, imaginando una existencia que en realidad no existe. Solo podremos discernir la verdad si comprendemos a fondo los planetas del tamaño de la Tierra que tenemos a nuestro alcance, y Venus nos proporciona esa valiosa oportunidad", explicó Kane.
La otra razón para investigar Venus radica en que ofrece una visión anticipada de lo que podría ser el futuro de la Tierra. "Una de las principales razones para estudiar Venus es nuestro deber moral como guardianes de nuestro propio planeta, de asegurar su preservación para las generaciones futuras. Mi esperanza es que al analizar los procesos que llevaron a la Venus actual, especialmente si tuvo un pasado más benigno que ahora está arruinado, podamos extraer enseñanzas valiosas. Lo que le sucedió a Venus podría ocurrirnos a nosotros. Es una cuestión de cómo y cuándo", concluyó Kane.