menu
search
AIRE Agro lechería | Inversión | Créditos

Con inversiones lentas, la lechería debe apuntar a la calidad y la información

El sector está recuperándose, pero el contexto sigue siendo arriesgado para invertir. Un especialista repasa los puntos clave del futuro lechero.

La lechería transita un momento particular: precios sostenidos para la materia prima en el tambo, recuperación productiva impulsada por mejoras climáticas, y una reactivación del consumo interno junto al fortalecimiento del mercado internacional. Aunque el panorama parece favorable, la inversión en el sector no terminan de despegar.

Panorama actual de la lechería: precios firmes pero inversión cautelosa

La prudencia predomina entre los productores. “El productor está entusiasmado, pero no como en otras épocas. No hay efusividad, se está recuperando de años malos. Todavía no veo gran renta ni excedentes que permitan inversiones importantes”, explicó Dante Grangetto a AIRE Agro, asesor con más de 40 años en la instalación de salas de ordeño y experiencia en firmas como SanCor CUL.

A diferencia de otras épocas, como la del uno a uno, cuando “más allá de la rentabilidad, había dinero circulando y se invertía en lo que sea”, hoy el movimiento de inversiones es limitado, confirman también proveedores y prestadores de servicios.

LEÉ MÁS►INTA evalúa corrales colectivos portátiles para mayor bienestar animal en lechería

grangetto (2).png
El monitoreo es lo que puede cambiar el resultado de la unidad productiva.

El monitoreo es lo que puede cambiar el resultado de la unidad productiva.

Grangetto recorre las principales cuencas y observa que “hay momentos en que parece que arrancamos, pero después nos frenamos”. En su experiencia, las obras en marcha —principalmente reformas tecnológicas o ampliaciones en sistemas de ordeño— se han desacelerado incluso desde fines de 2023.

Aunque se espera que eventos como TodoLáctea 2025 y nuevas líneas de crédito generen expectativas, por ahora predominan inversiones puntuales en monitoreo, collares o puertas apartadoras, sin transformaciones estructurales.

En julio de 2024, el BICE lanzó créditos con valor producto, pagaderos de forma ordenada, una novedad celebrada por su diseño adaptado a la actividad. El desafío es ampliar la oferta y evitar riesgos financieros como los de décadas pasadas.

La inversión en los tambos sigue frenada por falta de certezas y rentabilidad

“La lechería argentina siempre se sostuvo con recursos genuinos porque nunca tuvo créditos reales y siempre enfrentó problemas de rentabilidad”, señala Grangetto, quien resalta además la incertidumbre política y económica que llevó a muchos tambos a diversificarse con agricultura.

LEÉ MÁS►Lechería: Arcor y Danone van por La Serenísima con una oferta que genera polémica

Esa misma cautela se refleja en la construcción de galpones, que avanza con ritmo desigual según la región. “Va a seguir creciendo, pero no todos los que quieren podrán llegar rápido al galpón”, advierte, subrayando la necesidad de financiamiento.

“Los productores se cuidan cada vez más. Si no están seguros, no invierten. Saben que para lanzarse necesitan alta producción, buena rentabilidad y seguridad en el crédito. Si no les alcanza, hacen la plancha, y está bien”, afirma.

Aún con buenos precios, “la producción no está alta”, lo que limita la posibilidad de generar excedentes que habiliten inversiones de gran porte.

grangetto (3).png
Actualmente son pocos los productores que se arriesgan a invertir, a pesar del buen momento de los precios.

Actualmente son pocos los productores que se arriesgan a invertir, a pesar del buen momento de los precios.

Tecnología accesible: el camino viable para modernizar el tambo

Más allá del freno inversor, Grangetto insiste en la importancia de avanzar en tecnología básica para ordeñar bien. “Hay que dejar los bretes a la par y pasar a la fosa. Después, incorporar tecnologías mínimas como retiradores automáticos de pezoneras, medición de leche, y priorizar el bienestar animal: buena ventilación, refrescado, pisos adecuados”.

Su lema, difundido en redes como #alasvacashayqueordeñarlasbien, resume la necesidad de enfocarse en la vaca como centro del negocio. “El equipo no tiene que ser nuevo, pero sí debe estar controlado y operado con comodidad”.

Para quienes apuestan al crecimiento, hay un abanico de tecnologías, incluso robots, que deben utilizarse en todo su potencial. “Si no se aprovecha la información que generan, sea en una sala básica o un robot, se pierde valor. Lo fundamental es el monitoreo, manejar información con cualquier sistema para mejorar salud, reproducción y calidad”.

LEÉ MÁS►Lechería: la necesidad de litros en el tambo impulsó los precios de la 19° Vidriera Genética

Con 43 años en el sector, Grangetto ha pasado del balde suspendido al ordeño robotizado. “Todo cambia, pero lo que se impone es el monitoreo y la información. Ese es el futuro”.

grangetto (4).png
Fortalecer la calidad de la leche será fundamental para superar el tope de los once mil millones de litros anuales.

Fortalecer la calidad de la leche será fundamental para superar el tope de los once mil millones de litros anuales.

Monitoreo e información: claves tecnológicas para una lechería eficiente

Con un techo productivo en Argentina que ronda los 11.000 millones de litros al año, el desafío es cómo superarlo. Grangetto cree que el punto de partida es claro: “Si no trabajamos en calidad, vamos a estar siempre en un círculo vicioso”.

Propone una agenda común entre empresas, gobierno y entidades para activar herramientas de mejora y que los técnicos aseguren el cumplimiento de metas. “Cuando bajemos el recuento de células somáticas y de colonias, y logremos una leche de buena calidad, con eficiencia, alimentación y monitoreo, vamos a tener un mercado fuerte”.

Mientras no haya calidad ni mayor producción con destino exportador, “no saldremos del círculo. Seguiremos trabajando los mismos de siempre, pero necesitamos sumar más actores y crecer con calidad, cantidad, eficiencia y tecnología para ordeñar, monitorear y usar la información”.

La precisión es su mantra: “Hoy hay que ser exactos. Trabajo buscando la precisión en cómo ordeñar para lograr la mejor cosecha de leche posible y la mejor sanidad. No alcanza con creer que se ordeña bien: hay que hacerlo”.