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El crimen, que ocurrió entre la noche del 8 de agosto y la madrugada del día siguiente, conmocionó a la comunidad local. Nicolás Roa, el joven imputado, se presentó voluntariamente en la comisaría 2da de la ciudad, donde confesó ser el autor del homicidio. La fiscalía formuló cargos contra él, acusándolo de actuar con ensañamiento y alevosía al emplear un arma blanca de 22 centímetros de largo para cometer el asesinato.
Según la autopsia realizada en el cuerpo de Ceballos, la víctima sufrió al menos nueve cortes en el cráneo y 32 lesiones cortantes y punzantes en el tórax, lo que provocó una hemorragia severa que afectó gravemente sus pulmones y corazón, llevándolo a un shock hipovolémico que resultó en su muerte.
La fiscalía destacó que la víctima no pudo recibir auxilio inmediato durante el ataque, lo que refuerza la acusación de que Roa actuó con plena conciencia de sus acciones.
Los defensores públicos de Roa no presentaron objeciones a los cargos formulados por la fiscalía, pero señalaron la importancia de considerar el estado anímico y mental del joven en el momento del crimen. La defensa solicitó medidas adicionales para avanzar en su teoría del caso, que podría incluir la evaluación psiquiátrica de Roa.
La fiscalía solicitó la prisión preventiva del imputado mientras continúa la investigación del caso. Por el momento, no se han revelado detalles sobre las posibles causas del asesinato, aunque se sabe que el imputado conocía a la víctima. Este caso ha generado gran conmoción en Bariloche, y la comunidad sigue de cerca el desarrollo de la investigación.