A un mes de la desaparición de los jubilados Pedro Kreder (79) y Juana Morales (69), el caso que conmociona a Chubut y al país sigue sin respuestas. Las fuerzas de seguridad mantienen los rastrillajes en un radio de cuatro kilómetros, centrados en la ciudad de Comodoro Rivadavia, donde se registraron los últimos indicios.
La pareja fue vista por última vez el 11 de octubre, cuando emprendió un viaje de fin de semana desde Caleta Córdova hacia Camarones, destino al que nunca llegaron. Desde entonces, la búsqueda se convirtió en una de las más intensas del sur argentino.
El hallazgo de la camioneta y las hipótesis que desconciertan a los investigadores
El 17 de octubre, los equipos de rescate encontraron la camioneta de Pedro, abandonada en una zona remota de Rocas Coloradas, un área de difícil acceso. El vehículo estaba cerrado y en buen estado, con objetos de camping —carpa, garrafa y bidones de agua— cuidadosamente ordenados, lo que llevó a descartar un robo o saqueo.
Sin embargo, no había rastros de los jubilados en los alrededores. La extraña escena alimentó una de las teorías más insólitas del caso: que ambos fueron “tragados” por el terreno arcilloso, una superficie similar a la arena movediza que caracteriza la zona.
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Si bien el vehículo estaba cerrado con el centralizado y en buen estado, no había señales de Pedro ni de Juana en el interior ni en los alrededores.
El ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, señaló semanas atrás que se investiga la posibilidad de un “delito que salió mal y terminó en homicidio”, sin descartar un intento de robo armado.
En los últimos días, el Gobierno provincial informó que los operativos se concentran en Puerto Visser, con trabajo conjunto de drones y patrullas terrestres. También se hallaron objetos arrastrados por el mar en una desembocadura cercana al establecimiento Lamar, lo que llevó a abrir dos nuevas cuadrículas de búsqueda, una hacia el norte y otra hacia el sur de la costa.
Mientras las horas siguen corriendo, la familia de Pedro y Juana espera una respuesta concreta tras más de 30 días de incertidumbre, en un caso que mantiene en vilo a toda la Patagonia.
