Hace dos semanas que los trabajadores del Sanatorio Sagrada Familia siguen en las instalaciones a la espera de una respuesta por parte del propietario, quien hace 15 días dio la orden de cerrar el edificio sin avisar previamente a los empleados de la decisión. Entre discusiones que se convirtieron en forcejeos y ocupación física de los espacios, los trabajadores lograron defender sus puestos con una medida de fuerza que los tiene hace dos semanas en vilo.
Ya se realizaron cinco audiencias en el Ministerio de Trabajo, pero en ninguna de ellas se hizo presente el propietario, Esteban De Giovanni. Sólo en la última reunión envió un informe sobre el concurso de acreedores.
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El miércoles 19 de febrero se realizará el próximo encuentro en el Ministerio de Trabajo -el sexto- en el que los trabajadores esperan contar con la presencia del propietario, que no vieron desde antes del cierre del sanatorio.
Mientras las audiencias se suceden, los trabajadores permanecen en el interior de las instalaciones, en el sector del hall, ya que el resto del inmueble está bajo llave. Los empleados que resisten en el edificio no quieren dejar pasar a nadie porque, explicaron, todo lo que está bajo llave ya fue inventariado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y temen que si luego hay faltantes o algo se rompe el problema judicial recaiga sobre ellos.
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Telegramas de despido
El 3 de febrero, cuatro días después del cierre, los trabajadores comenzaron a recibir los telegramas de despido. En el documento Esteban De Giovanni informa que a raíz de la situación de quebranto por la sostenida pérdida de pacientes y los bajos aranceles percibidos de las obras sociales la empresa ha decidido cerrar definitivamente el Sanatorio Sagrada Familia.
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En el telegrama, los directivos del sanatorio también señalan que los incumplimientos en los pagos y la "asfixia financiera generada por los embargos bancarios preventivos injustamente dispuestos" llevaron a tomar la decisión de cerrar la empresa.
Concurso de acreedores
El miércoles pasado se realizó la última audiencia -quinta- en el Ministerio de Trabajo de la Provincia. Ante la ausencia del propietario del sanatorio, el director regional de Trabajo, Juan Mario Quariotti, elevó un requerimiento al MPA para que éste intervenga en la búsqueda de paradero de De Giovanni y lograr así que se presente a la reunión convocada.
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Al término de aquella audiencia, María Angélica López en representación de Atsa comunicó que otra vez la fuerza pública "no lo pudo llevar (De Giovanni) e insistimos en que el Ministerio de Seguridad y los jueces penales competentes actúen para llevarlo a las audiencias y que lleve una respuesta para los trabajadores despedidos."
En cambio, López aseguró que Ángeles del Sastre, socia de la empresa, se presentó a la audiencia y negó ser socia gerente mientras que De Giovanni comunicó por mesa de entradas que presentó concurso de acreedores en el Juzgado Civil y comercial de la 11º nominación.
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Ivana Forgione se desempeñaba en el centro médico como radióloga y además es congresala provincial de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (Atsa). En diálogo con el móvil, manifestó el malestar generalizado de los empleados por la falta de respuestas de los dueños. "El doctor Esteban de Giovanni se da el lujo de no presentarse a las audiencias. Dejó en la incertidumbre total a médicos que todavía no terminaron la residencia y dejó a 50 trabajadores en la calle", advirtió, al tiempo que reclamó "que dé la cara y se haga responsable de la situación".
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