Escapada a un paraje escondido de Buenos Aires que ofrece caminatas, asado y vistas únicas
A 360 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, esta localidad ofrece senderos, historia rural y un entorno natural ideal para descansar y recuperar energías
Pablo Acosta conserva la esencia rural del partido de Azul y atrae a quienes buscan naturaleza y silencio.
La provincia de Buenos Aires guarda rincones que invitan a bajar un cambio sin alejarse demasiado. Entre esos destinos de escapada aparece Pablo Acosta, un paraje del partido de Azul que mantiene solo 15 habitantes y una postal de campo que parece detenida en el tiempo.
Es un lugar perfecto para quienes buscan naturaleza, caminatas suaves y una pausa lejos del ritmo urbano. Los visitantes suelen llegar para pasar el día, compartir un mate bajo los árboles, comer algo típico o recorrer los alrededores en bicicleta.
Un pueblo con historia y paisajes para explorar
Aunque hoy queda reducido a unas pocas casas y caminos rurales, Pablo Acosta tuvo décadas más pobladas. Llegó a reunir cerca de 500 habitantes y su estación ferroviaria marcó un hito en la zona: fue la última en inaugurarse en la provincia y la primera en demolerse en 1969.
Pablo Acosta, el paraje escondido de Buenos Aires que ofrece caminatas, asado y vistas únicas.
Esa historia, sumada a su ubicación sobre la Ruta Provincial 80, le da una identidad única que atrae a amantes de la fotografía, del campo y de los viajes lentos.
Qué hacer en Pablo Acosta: senderismo, sierras y gastronomía
El viejo almacén, un clásico del pueblo
El recorrido incluye una parada obligada en El viejo almacén, un edificio de campo fundado en 1900, restaurado en 2005 y convertido en uno de los puntos más visitados.
Allí se puede:
Probar embutidos y platos tradicionales.
Hacer día de campo con asado incluido durante fines de semana y feriados.
Hospedarse en sus cabañas, ideal para pasar una noche en total tranquilidad.
El almacén combina historia, gastronomía y vida rural, tres ingredientes que marcan la identidad del paraje.
El viejo almacén ofrece gastronomía típica y día de campo en un entorno histórico del paraje.
Parador Boca de las Sierras, un mirador increíble
A 15 kilómetros del pueblo aparece el Parador Boca de las Sierras, uno de los miradores más buscados de la región. Se ubica en una elevación suave desde donde se observan las sierras bonaerenses y se puede apreciar la escultura El Malón, obra icónica de Carlos Regazzoni.
Es un punto ideal para hacer senderismo, sacar fotos y disfrutar un paisaje poco habitual en la provincia.
Actividades al aire libre en un entorno natural
Pablo Acosta también invita a caminar por caminos rurales, recorrer campos en bicicleta y disfrutar del silencio que domina toda la zona. El paisaje abierto y la amplitud del lugar permiten un día de desconexión real para quienes buscan naturaleza sin turismo masivo.
El Parador Boca de las Sierras brinda uno de los mejores miradores para recorrer y hacer senderismo cerca del pueblo.
Un destino para olvidarse del reloj y reconectar con lo simple
La combinación de sierras bajas, gastronomía local, senderos y un ritmo de vida pausado convierte a Pablo Acosta en un destino ideal para escapadas de fin de semana.
Es un lugar donde la rutina queda atrás apenas se baja del auto y donde cada visita se transforma en una experiencia distinta.