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Estilo de vida Concordia | Historia | Argentina

La historia de los cuatro niños que habrían sido abducidos por un OVNI en Entre Ríos

A fines de los 90, una historia estremeció a Concordia: cuatro niños desaparecieron y volvieron con un relato imposible. Décadas después, el caso sigue siendo un misterio.

La historia comenzó en un barrio de Concordia, Entre Ríos, hacia fines de 1997. Los protagonistas fueron los hermanos Molero —María, Emma, Jorge y Carlos—, cuatro chicos de entre tres y ocho años que jugaban frente a su casa cuando, según los relatos, una intensa luz los envolvió. Los padres, Emilio y Carmen Molero, aseguraron haber visto una “nave dorada suspendida en el cielo” y, en cuestión de segundos, los niños desaparecieron.

Durante tres días, nadie supo de ellos. Las versiones dicen que la policía local, los vecinos y hasta un sacerdote participaron de la búsqueda. Hasta que, sin explicación aparente, los chicos reaparecieron cerca del mismo lugar de donde habían desaparecido.

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El misterioso caso de los niños abducidos en Concordia: ¿realidad o mito?

Al regresar, los cuatro niños contaron que habían estado “en el cielo”, dentro de una nave luminosa donde seres “de aspecto humano y túnicas doradas” los habían cuidado. María, la mayor, aseguró haber visto “la Luna, las estrellas y un planeta azul muy grande”. El más pequeño, Carlos, habló de un ser al que llamaron Laiar, que les mostró “botones de colores y pantallas brillantes”.

El relato —con la inocencia de voces infantiles— impactó a toda la ciudad y, en pocos días, se convirtió en un fenómeno mediático.

La historia de los niños que fueron abducidos en Concordia.
La historia de los niños que fueron abducidos en Concordia.

La historia de los niños que fueron abducidos en Concordia.

La polémica foto que disparó la leyenda urbana de Concordia

El episodio tomó otra dimensión cuando se difundió una fotografía en blanco y negro en la que los niños aparecían señalados con círculos sobre sus rostros. El epígrafe, escrito en inglés, decía: “CIRCLES indicate needle marks left by aliens” (Los círculos indican marcas de aguja dejadas por alienígenas).

Esa imagen, reproducida en foros de ufología, revistas sensacionalistas y sitios internacionales de misterio, fue clave para que el caso cruzara fronteras. En Argentina, el investigador Armando Azparén recopiló los testimonios y los presentó como un ejemplo de “abducción pacífica”. Sin embargo, nunca se halló una fuente periodística original de esa foto en medios locales ni un registro oficial del suceso.

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LA HISTORIA DE LOS 4 NIÑOS QUE FUERON ABDUCIDOS EN ARGENTINA. Los adultos mienten, adolescentes mienten, pero los niños de esta edad son incapaces de mentir, al menos de esta manera ", dijo Rodrigo Ortiz, investigador especial del departamento de policía de Concordia, Argentina. Maria Molero de 8 años , su hermana Emma de 6, y los hermanos Jorge de 5 y Carlos de 3. Según los niños y Una media docena de testigos oculares, un artefacto de 23 metros (aproximadamente) y en forma de disco voló sobre el campo en el que estaban jugando el 9 de agosto de 1992 y los succionó a la nave, Después de lanzarles una explosión de luz azul brillante. "Una gran nave dorada nos llevó al cielo y fue conducida por Dios. Sé que era Dios". Él llevaba vestiduras doradas y tenía largos cabellos plateados y era todo delgado ", dijo Maria Molero, la mayor de los niños secuestrados. ′′ Él era un buen hombre y nos dijo que lo llamáramos Laiar. Él nos mostró la luna y otros lugares en el cielo y dijo que venían de las estrellas." Los otros niños confirmaron la historia y dijeron que tenían miedo pero solo un poco. ′′ Él nos afeitó la cara con un palito con una aguja atrapada en él, pero él no quiso lastimarnos ", dijo Jorge Molero. ′′ Me gustaron las habitaciones, porque todas las camas eran suaves y bien altas ", agregó Emma Molero. Carlos Molero, el más joven, dijo: ′′ Había un millón de botones y luces. El hombre parecía divertido porque tenía una cabeza grande y dos grandes ojos amarillos. Él es nuestro amigo..." Debido a las dificultades para entrevistar a los niños, las autoridades aún no han logrado determinar todo lo que pasó durante los tres días a bordo de la nave espacial. Parece que pasaron por algún tipo de pruebas médicas, sin embargo, porque las marcas de afeitados de aguja seguían siendo visibles en sus mejillas, después de llegar a casa, dijeron autoridades. Un portavoz militar confirmó que los niños fueron secuestrados por la noche, después de 3 días regresaron con solo una marca en sus rostros. Fuente: Noticias semanales del mundo-CONCORDIA-ARGENTINA

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El caso desde otra perspectiva: el caso Molero

Según el medio Ser Argentino, la historia completa de los Molero incluye testimonios de investigadores como el de Rodrigo Ortiz, investigador del Departamento de Policía de Concordia, quien destacó la imposibilidad de que los niños inventaran semejante relato dada su corta edad. Los niños pasaron tres días dentro de la nave espacial, según dijeron, y su relato se volvió viral rápidamente. La abducción (por la luz y la nave) fue observada por los padres, quienes describieron cómo el rayo de luz envolvió a los niños y los elevó hacia el artefacto.

El investigador de fenómenos OVNI Armando Azparén fue quien llevó el caso a nivel nacional, entrevistando a los niños y recibiendo testimonios directos de los cuatro. Según el relato, la nave era dorada y el “ser” que los acompañaba se llamaba Laiar, con cabellos plateados y una presencia que los niños creyeron que era Dios. En el relato, Laiar los alimentó y les mostró lugares en el espacio, incluyendo planetas, estrellas y la Luna.

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¿Puede la historia de Concordia ser más que una leyenda urbana?

Con el paso del tiempo, el llamado Expediente Concordia fue adoptado por los círculos ufológicos como uno de los casos más misteriosos de Sudamérica. Sin embargo, no existen pruebas científicas ni registros policiales que avalen el relato.

Las versiones cambiaron con los años: algunos mencionan tres niños, otros cuatro; los detalles difieren según la fuente. Y aunque el caso sigue generando curiosidad, todo indica que se trata de una leyenda urbana argentina, nacida en el clima de fascinación por los OVNIs que marcó la década del 90.