Cada Halloween, Santa Fe revive la historia del chofer que aseguró haber llevado a una mujer al cementerio.
El colectivo y el fantasma del cementerio municipal
Cada 31 de octubre, la ciudad de Santa Fe se llena de misterio. La llegada de Halloween reactiva antiguas historias urbanas que forman parte de su tradición oral. Una de las más inquietantes es la del fantasma del cementerio municipal, un relato que se transmite de generación en generación y que todavía causa escalofríos.
Halloween, conocida también como la noche de brujas, tiene su origen en una celebración pagana que coincide con la víspera del Día de Todos los Santos. Es una fecha en la que los límites entre el mundo de los vivos y el de los muertos parecen desdibujarse, y en Santa Fe los mitos resurgen con fuerza.
LEER MÁS► Halloween en la ciudad de Santa Fe: las historias de terror que siguen helando la sangre
Jorge solía hacer varios recorridos nocturnos. Aquella madrugada levantó a una joven de unos 23 años, de cabello oscuro y vestida completamente de blanco. El viaje fue silencioso hasta llegar al cementerio municipal. Allí, la pasajera tocó el timbre y descendió, pero lo que sucedió después dejó sin palabras a todos los que estaban en el colectivo: la vieron atravesar la reja cerrada del cementerio y perderse entre las tumbas.
A la mañana siguiente, Jorge regresó al lugar, todavía perturbado por lo ocurrido. Caminó entre los pasillos del cementerio hasta llegar a la capilla central. En una de las tumbas encontró su campera, la misma que le había prestado a la misteriosa mujer durante el viaje.
Con el correr de los años, la historia del chofer se convirtió en un mito urbano de Santa Fe. Jorge siempre sostuvo que lo que vio fue real y que, desde aquella noche, comprendió que a los muertos no había que temerles.
Tras su fallecimiento, AIRE lo recuerda con mucho cariño y, como homenaje, revivimos su historia para mantener viva la magia y el misterio de aquellas noches que tanto lo apasionaban.
Te puede interesar
