El secretario de Políticas Sociales de la Municipalidad de Santa Fe, Hugo Marchetti, detalló cómo trabaja el Programa de Masculinidades cuando hay "un umbral de reeducación posible".
¿Cómo se trabaja con varones que ejercieron violencia de género? ¿Qué herramientas tiene el Estado local para intervenir? La sentencia judicial que obligó al traumatólogo S.G. a concurrir a un taller de reflexión sobre masculinidades puso el foco en un tema del que se habla poco: la necesaria implicación de los varones en la prevención de la violencia de género. Si sólo se apuesta al castigo, el cambio social está mucho más lejos.
En la ciudad de Santa Fe, el área encargada de esa tarea es el Programa de Masculinidades, dependiente de la Dirección de Género de la Municipalidad. Su responsable político es Hugo Marchetti, secretario de Políticas Sociales, quien detalla que se trata de un dispositivo relativamente reciente. Y como tal, es el vocero designado por la gestión para dar cuenta de esta instancia que es una herramienta del Estado para abordar el aspecto menos observado de la violencia machista.
“El dispositivo de masculinidades se creó para atender aquellos casos donde uno entiende, por la complejidad y por el umbral donde se ha ejercido violencia, que hay una instancia de reeducación posible”, explica. Su perspectiva es diferente a la que abordan los especialistas en masculinidades, porque no se trata de reeducar, sino de revisar prácticas sociales, y un sistema de relación jerárquico que asigna a lo masculino algunos atributos violentos.
Y aclara: “Estamos hablando de casos que tienen, entre comillas, la posibilidad de una reeducación y un abordaje desde tomar la masculinidad positivamente. Por eso hay también cierto aval de la mujer víctima de violencia y alguna posibilidad de restauración de algún vínculo a partir de este proceso”.
Es decir que los casos graves, que implican una sanción penal importante, quedan afuera de este abordaje, ya que se trata de modificar conductas antes de llegar a estos extremos.
Marchetti aporta una cifra: “En el año 2025 hemos atendido unas 60 derivaciones del Poder Judicial”. En 2024, señala, fueron menos. Ese aumento, advierte, “grafica una situación preocupante: un incremento estadístico de violencia hacia la mujer”.
El funcionario insiste en que el programa no es masivo ni de demanda espontánea. Hoy trabaja únicamente con situaciones derivadas por los tribunales: “En general, el proceso viene derivado del Poder Judicial, donde también está evaluada judicialmente esta posibilidad”, remarca.
Según explicó, los varones atraviesan un proceso que puede incluir entrevistas individuales, diálogos, visitas territoriales, reuniones privadas y encuentros con otros actores involucrados. “El equipo de masculinidades evalúa después de un proceso de entrevistas y reuniones, y devuelve al Poder Judicial si existe esta evolución o si hay que dar intervención a otro proceso judicial”, señala.
El equipo está compuesto por dos psicólogos. Cuando no hay derivaciones activas, el equipo trabaja en actividades de promoción comunitaria.
“En los tiempos muertos hacen mucha labor de promoción de conductas positivas, masculinas asumidas desde los cuidados: con los niños, con las relaciones de pareja, con la educación de los hijos”, describe. No se trata de acompañamientos individuales, sino de campañas, talleres y acciones abiertas en los distintos distritos municipales.
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Esto ocurre en los ocho distritos municipales de la ciudad, donde se concentra la actividad social y territorial. Allí circulan parte de estas iniciativas.
El funcionario agrega que también revisan situaciones de jóvenes que atraviesan conflictos donde aparece algún tipo de violencia, aunque con la modificación del Código Procesal Penal esas derivaciones han cambiado. Y menciona un punto que complejiza muchas intervenciones: las disputas por la tenencia de niños.
“Muchas veces el conflicto radica en un disparador que tiene que ver más bien con la discusión por a cargo de quién quedan los chicos en los casos de un divorcio o separación”, afirma. Si bien no siempre se trata estrictamente de violencia de género, el funcionario asegura que el programa interviene desde la perspectiva de masculinidades y cuidados.
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