Hace algunos días, cronista de policiales de TN Sebastián Domenech conmovió a la comunidad a partir de contar su situación familiar, en la que hace seis años no puede ver a sus hijos por demoras en el expediente a cargo de la jueza Ana Paula Garona Dupuis. Según afirmó, su ex mujer lo denunció por golpear a uno de sus hijos, y se comprobó luego que era una denuncia falsa. "Más de 6 años pasaron ya de aquella falsa denuncia, la Justicia confirmó la mentira, pero ahora no sabe cómo solucionarlo. Una medida cautelar “provisoria” sigue vigente y me impide ver a mis hijos que hoy ya tienen 11 años”, afirmó el periodista en un mensaje en Twitter.
Casos como este se repiten habitualmente en los juzgados de familia, y son situaciones muy complejas. AIRE habló este miércoles por el programa Ahora Vengo con Adriana Martínez Bedini, especialista en Derecho de Familia y ex vicepresidenta del Concejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, quien opinó sobre este caso en particular e hizo hincapié en la necesidad de escuchar a los chicos y respetar sus derechos.
Consultada acerca de los casos que se ven día a día, afirmó que las denuncias son similares, o es por violencia ejercida por alguno de los padres hacia el otro conyugue o hacia los hijos, o es por abuso de cualquier tipo. "En estas denuncias hace muy bien la justicia en poner en un impedimento e investigarlas rápidamente, de no hacerlo se termina en casos como los de La Pampa, en los que la justicia no actuó y terminó muerto un chico de 5 años. Es importante que se tomen estas medidas precautorias", afirmó.
Además consideró que las leyes que se dictaron en protección de los niños y de las mujeres víctimas de violencia son avanzadas y muy buenas, pero reparó en que "el tema es cuando son mal utilizadas o utilizadas para excluir al otro integrante de la casa o para saldar cuentas a través de estas denuncias que no se solucionaron en el divorcio", y que "por eso no están mal las medidas que se toman preventivamente para proteger a niños y mujeres, pero la justicia debe tener la misma celeridad cuando los hechos no son demostrados", opinó.
La letrada reflexionó que los juzgados tienen que tomar medidas, y no pueden dudar porque eso puede llevar a lesiones más graves o la muerte de las personas que denuncian. Por otro lado, las mujeres al momento de denunciar hechos de violencia también están en una situación muy vulnerable, porque se quedan sin ingresos económicos, sin sostén en la familia, tienen que salir a proteger a su familia, con lo cual estas leyes son muy buenas y es fundamental que se tenga el tema de género en los tribunales al momento de tomar decisiones.
Pero también dijo que cuando se comprueba que estas denuncias son falsas hay que actuar rápido. "Lo dice el propio código civil, y los especialistas en niños, niños y adolescente, seis años sin un vínculo con sus padres y con el resto de su familia, es muy difícil de reconstruir. Ahí hay que poner el foco, en los niños y no en los adultos involucrados en la situación. En este caso puntual me pregunto cuántas veces escucharon a los chicos, que están metidos como en un motín de guerra entre los adultos", dijo.
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En este sentido hizo hincapié en que el derecho a ser escuchado de los chicos es fundamental, y que para eso está la justicia, que son especialistas en esto y saben cómo hacerlo sin revictimizarlos. Consultada acerca de la mediación, explicó que se utiliza previa a la presentación en tribunales de los acuerdos en los divorcios y que con los menores se pueden hacer lugares para vincularse, espacios terapéuticos familiares, que funcionan y da resultado.
"El tema es cuando uno de los padres pone obstrucción para hacer esas cosas, directamente no les interesan, faltan a las audiencias y entrevistas. Y hay un obstáculo para que el vínculo siga adelante. Además se pierde el vínculo con los abuelos, que es importante. La familia es importante", sostuvo.
En su experiencia, los chicos que atraviesan estas situaciones sienten mucha angustia, no entienden lo que está pasando, y quieren recomponer esta situación. "Por eso se trabaja en espacios de revinculación, de forma paulatina. Porque es como aprender a ser nuevamente una familia", concluyó.
