En una entrevista en el programa "Por Ahora", que se emite los sábados por la tarde en AIRE, Ghigliazza explicó cómo trabaja con documentos históricos, relatos biográficos y herramientas digitales para crear retratos hiperrealistas de figuras como Belgrano, San Martín, Juana Azurduy, Rosas y Güemes. El resultado no son ilustraciones escolares, sino reconstrucciones que conmueven por su verosimilitud.
“Belgrano tenía cirrosis, varias enfermedades, el cuerpo con retención de líquidos y una fístula en el ojo derecho, que le lloraba constantemente”, detalló. “No lo represento con el ojo llorando, pero sí intento reflejar esa expresión, ese desgaste. Siempre se lo muestra débil, pero eso es injusto. Fue un hombre apasionado, que dejó los papeles y se puso el uniforme. No puede ser que siempre San Martín sea el fuerte y Belgrano quede como el débil”.
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La reconstrucción que realizó para el bicentenario del prócer no fue solo técnica. Ghigliazza estudió su vida en profundidad para interpretar sus gestos, su desgaste físico y el contexto en el que murió. “Nunca digo que este es el verdadero rostro, pero sí que está hecho con respeto, investigación y obsesión por el detalle. La IA puede ayudar, pero hay cosas que solo salen cuando sabés lo que estás buscando”, sostuvo.
Desde hace unos años, sus obras comenzaron a usarse en escuelas y actos oficiales. “Muchos docentes me escriben para contarme que usan mis retratos en las aulas. Me emociona, porque creo que esa es la función más importante de este trabajo: acercar la historia desde otro lugar”.
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La muestra ya recorrió 24 ciudades, incluso fue expuesta en Barcelona. Todavía no llegó a Santa Fe, pero el artista confía en que pronto pueda hacerlo. Mientras tanto, sigue trabajando: lo próximo será un proyecto “revolucionario”, vinculado nada menos que a José de San Martín.
