Según Enrico, las obras de infraestructura ejecutadas en el último tiempo fueron clave para evitar desastres mayores, y si no hubieran sido concretadas, varios pueblos habrían sufrido inundaciones graves.
“Las lluvias que cayeron en la región, con registros de hasta 300 milímetros, fueron excepcionales, pero gracias a las obras preventivas que realizamos, el agua pudo escurrir y no afectó gravemente a las comunidades”, aseguró el ministro.
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Enrico agregó que los lugares más impactados fueron los ubicados en la zona de límites entre Córdoba y Santa Fe, áreas históricamente vulnerables a los desbordes y las inundaciones.
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Lisandro Enrico, ministro de Obras Públicas de la provincia.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
En localidades como Centeno, San José de la Esquina, Carreras, Arroyo Seco y María Susana, el gobierno provincial estuvo presente desde el primer momento, trabajando junto a los equipos locales para mitigar los efectos del temporal. Enrico destacó que, gracias a las tareas de limpieza, adecuación y defensa realizadas en estos municipios, se logró evitar que se produjeran inundaciones graves.
“Sin esas obras, hoy estaríamos hablando de por lo menos 20 pueblos inundados. Lo que hicimos fue esencial: la limpieza de más de 2.000 kilómetros de canales, la adecuación de los cauces y la construcción de defensas para permitir que el agua fluya de manera segura y controlada”, explicó el ministro.
Enrico también remarcó que las obras no solo tienen un impacto inmediato en la prevención de inundaciones, sino que son parte de una estrategia a largo plazo para mejorar la infraestructura hídrica de la provincia, que históricamente ha sufrido los embates de fenómenos meteorológicos extremos.