“El agua cayó en muy poco tiempo y con gran intensidad, pero el sistema funcionó como se esperaba”, explicó Cabal. Aun así, barrios como Barranquitas, Pompeya y parte del norte fueron los más afectados, con calles anegadas y algunas viviendas con ingreso de agua.
Desde el municipio argumentaron que uno de los problemas principales fue el corte del suministro eléctrico durante la tormenta, que impidió el funcionamiento de las electrobombas en varios puntos, como la casa de bombas Nº 4. Recién pasada las 6 de la mañana se normalizó la situación con el retorno de la energía.
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Cabal también sostuvo que no hubo alerta oficial del Servicio Meteorológico Nacional porque el radar de Paraná —clave para monitorear tormentas en la región— lleva días fuera de servicio. “Es por falta de mantenimiento. Reclamamos, pero no se le da la importancia que realmente tiene”, remarcó.
Además, recordó la importancia del rol de los vecinos: “Respetar los horarios de recolección y no tirar basura en la calle es clave para evitar anegamientos”.
Desde la Municipalidad señalaron que el pronóstico indica lluvias y tormentas hasta el viernes, con mejoras temporarias. Ante cualquier inconveniente, piden comunicarse al 0800-777-5000.
