En el ciclo de bajante y sequía más importante en 70 años, el río Salado vuelve a caer a su nivel mínimo desde 1952 en el puente de la ruta provincial 70. Los -0,48 metros que midió este sábado 15 de enero en la escala del hidrómetro es la altura más baja que se registró en este punto de la cuenca, que está cerca de Recreo, desde que se toman mediciones (1952).
La bajante del río Salado también es histórica: vuelve a caer a su nivel mínimo desde 1952
Los -0,48 metros que midió el río Salado este sábado en el puente de la ruta 70, cerca de Recreo, es el nivel más bajo que se registró en este punto de la cuenca, desde que se toman mediciones. La misma altura se midió en noviembre de 2020 y diciembre del 2021.
En los últimos tres años, el río que provocó la inundación más grave que sufrió la ciudad de Santa Fe (abril del 2003) cayó a su piso mínimo en 70 años tres veces: en noviembre del 2020 (-0,48 metros), en diciembre del 2021 (-0,48 metros) y este sábado de enero del 2022 (-0,48 metros). El nivel mínimo anterior fue de -0,43 metros (17 de enero del 2009).
“En la ruta 70, el río Salado vuelve a alcanzar el récord histórico desde 1952 y en esta tendencia influye la bajante histórica en la cuenca del río Paraná que también está con niveles extremos de bajante”, confirmó a AIRE Gustavo Ferreira, a cargo del área de prevención hídrica de la Secretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe.
En el puente de la ruta 70, el Salado se mide con regularidad desde 1952, con hidrómetros de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y la Provincia de Santa Fe (Sistema de Alerta de la Cuenca del río Salado).
Estos casi 70 años de mediciones –con alguna interrupción durante el Menemismo en los 90’- permiten trazar al menos una historia reciente de la cuenca, que tuvo sus dos extremos en la trágica crecida de abril de 2003 (el 29 de abril, cuando inundó la ciudad de Santa Fe, marcó 7,89 metros en este punto) y en la bajante que afectó a la cuenca -con recuperaciones puntuales de los caudales- durante los últimos tres años.
¿Por qué influye la bajante del río Paraná? Hay un aporte importante de agua de esta cuenca, a través del río Coronda -en donde desemboca el Salado-, en el tramo que va hasta el puente sobre la ruta 70, explica Ferreira.
El impacto de la bajante del río Salado en Santo Tomé
En la ciudad de Santo Tomé, una de las secuelas más importantes de la bajante del Salado es la “evaporación” de la laguna Bedetti, un humedal que es área protegida y ahora parece un desierto.
En la medición de este domingo, el río Salado podría alcanzar su récord histórico absoluto si mide menos de -0,48 metros. Luego, dependerá de la cantidad de milímetros de lluvia que aporten las lluvias que se esperan para este domingo y que van a continuar durante buena parte de la semana que viene, según los pronósticos meteorológicos.
En junio del 2021, cuando se proyectaba que la bajante en el río Salado iba a ser histórica, un equipo de AIRE recorrió algunos puntos de la cuenca para mostrar el impacto de la sequía histórica.
Los ciclos de bajantes y crecidas en el río Salado
A finales de los 60’, un ingeniero decía que el Salado era un río muerto. La anécdota la recuerdan algunos técnicos que trabajaron en lo que ahora es la Secretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe. En ese momento se apilaban 20 años de mediciones de caudales en su gran mayoría bajos -entre 1952 y 1970- y la cuenca parecía dormida, más allá de algunos repuntes puntuales.
El Salado estaba lejos de extinguirse y despertó de su siesta en junio de 1973, con una crecida que superó los 7 metros. El río destrozó el puente de la recién estrenada autopista Santa Fe -Rosario, que quedó cortada durante años.
“El Salado no agonizaba. En realidad tiene ciclos”, le explicó a AIRE Ricardo Giacosa, investigador del Instituto Nacional del Agua (INA) y exfuncionario del área hídrica de la provincia. A principios de los 70’ se activó un ciclo húmedo que provocó crecidas muy importantes en el Salado y también en el río Paraná que golpearon duro a Santa Fe, un triángulo irregular de ladrillos y cemento que está justo en medio de la cuenca de dos ríos. Y con un agravante: el crecimiento de la ciudad invadió los dos valles de inundación.
El análisis de la cuenca del Salado hay que sumar una variable. “El 60% del agua que llega a Santa Fe y Santo Tomé viene de los Bajos Submeridionales”, advirtió Giacossa. El río Salado nace en Salta y atraviesa Santiago del Estero, pero cuando ingresa a Santa Fe -a la altura de Tostado- llega con caudales bajos y recién se reactiva con el ingreso del agua que traen de los bajos el sistema de los ríos Golondrina y el Calchaquí. “Por eso un geólogo me decía que habría que cambiarle el nombre al Salado y en el tramo que va de los bajos a Santa Fe decirle río Calchaquí”, recordó Giacosa.
En la bajante actual del Salado influye que llega muy poca de agua del sistema de lagunas y riachos de los Bajos Submeridionales, y en el tramo de la cuenca del Gran Santa Fe el aporte de la cuenca del río Paraná también es ínfimo.