"Esto también forma parte del cuidado": cascanueces gigantes en el hospital de Reconquista
Un equipo de salud transformó el área de pediatría del hospital de Reconquista con cascanueces, una intervención que se repite hace años para acompañar a los niños.
El pasillo tiene doble circulación y los cascanueces fueron diseñados para acompañar desde ambos lados.
“Esto también forma parte del cuidado”, asegura el enfermero Roberto Monzón cuando explica por qué, una vez más, el pasillo de Pediatría del Hospitall Central Dra. Olga Stuccky de Rizzi de Reconquista se llenó de cascanueces gigantes. No es la primera vez: desde hace varios años, el equipo transforma el hospital para acompañar a los niños internados en Navidad.
Cascanueces gigantes: una intervención que se repite y se renueva
La escena emociona, pero no es nueva. Monzón contó en el programa Ahora Vengo, que conduce Luis Mino, que esta intervención se viene realizando desde hace tiempo, con distintas temáticas.
“Desde el 2021 venimos haciendo diferentes motivos”, explicó. Hubo dulces gigantes rojos y blancos, duendes, masitas de jengibre y gnomos. Este año, el pendiente eran los cascanueces.
Cada edición cambia la forma, pero mantiene el mismo espíritu: no decorar por decorar, sino darle un sentido al espacio hospitalario.
Cascanueces gigantes como guardianes del pasillo
El video que acompaña la intervención lo resume como un cuento: “Había una vez un sitio mágico donde habitaba un grupo de guardianes…”. En Pediatría, esos guardianes se materializaron en figuras altas, de tonos azules y blancos, iluminadas por cortinas de luces cálidas.
Para Monzón, el cascanueces no es casual. “Era una figura de madera, un guardián, un símbolo de protección y de fortuna”, explicó. En este contexto, su función es otra: proteger climas emocionales y emociones.
Cascanueces gigantes hechos en equipo y con materiales reciclados
Aunque Roberto es el impulsor, insiste en que nada hubiera sido posible sin el trabajo colectivo. Los cascanueces fueron construidos con cartón, goma eva y estructuras cilíndricas recicladas.
“Desde el amigo que consiguió los cartones, hasta mis compañeros que cortaron las estrellas una por una”, relató. Participaron enfermeros, pediatras, residentes y médicos. También la compra de luces y materiales se hizo con una colecta entre todos.
Cascanueces
El trabajo se realizó en equipo y participaron enfermeros, pediatras, residentes y médicos.
Un detalle no menor es que cada figura tiene dos frentes. El pasillo tiene doble circulación y los cascanueces fueron diseñados para acompañar desde ambos lados. “No hay un adelante y un atrás”, explicó Monzón. Así, tanto quienes ingresan como quienes trabajan allí se encuentran con las mismas miradas firmes y guardianas.
La intervención se terminó pocos días antes de Navidad. Y el impacto fue inmediato. “Los chicos quedan asombrados, abren los ojos”, contó Roberto.
No solo ellos. Familias, personal del hospital y visitantes se detienen, sacan fotos y recorren el pasillo con otra energía. “Hacer que su paso por el hospital sea un poquito más ameno”, dijo Monzón es el verdadero objetivo.
Cascanueces gigantes: emoción, vocación y una pregunta abierta
Durante la entrevista, la emoción lo desbordó. “Lo estoy viendo y es fantástico lo que pudimos lograr”, dijo, al borde del llanto. Los mensajes que llegaron durante la entrevista al programa hablaban de amor, vocación y orgullo por lo que ocurre en el norte santafesino.
Queda ahora una incógnita: qué pasará con los cascanueces cuando terminen las fiestas. Guardarlos, reutilizarlos, encontrarles otro espacio. Nada está definido.
Por ahora, siguen ahí. Como cada año, recordando que en un hospital, cuidar también es acompañar.