Una estadística del Departamento de Informaciones Policiales (D2), a la que accedió AIRE, revela que en enero se duplicaron las llamadas al 911 en la ciudad de Santa Fe por delitos predatorios, si se compara con el mismo mes de 2023.
En enero se duplicaron las llamadas al 911 en la ciudad de Santa Fe por delitos predatorios.
El uso de la línea de emergencia pasó de 1.301 comunicaciones por robos y hurtos en las primeras cinco semanas de 2023 a 2.298 en idéntico período de 2024.
De esos mismos datos policiales surge una tendencia ascendente casi sin fisuras: de 402 llamados por este motivo, en la primera semana, saltó al 530 en la quinta. Un fenómeno similar se produjo en 2023, pero con cifras menores: de 221 a 309.
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El trabajo estadístico de la fuerza de seguridad santafesina muestra también que la gran mayoría de los llamados están relacionados con asaltos en la vía pública, escruches (robos en las viviendas) y el accionar de los motochorros. Además, indica que los horarios de los delitos son parejos a lo largo del día, pero naturalmente tienen un pico entre las 19 y las 6 de la mañana.
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El análisis de estas cifras es previsiblemente diverso, según a quien se consulte. Funcionarios actuales del Ministerio de Seguridad le explicaron a AIRE que “cantidad de llamadas no quiere decir que sea la misma cantidad de incidencias. Por cada hecho entran varias llamadas. Por cada llamada hay un mínimo porcentaje que son nulas y, cuanto mejor empiece a funcionar el patrullaje, más va a empezar a llamar al 911 gente que antes no llamaba porque no le daban respuesta”.
En el mismo sentido, indicaron que “principalmente se registró un aumento del 35% del total de incidencias entre enero 2023 a enero 2024, que es nuestro objetivo fundamental, esperando aún más llamadas. Los delitos registrados a través de las denuncias no muestran un aumento significativo en los últimos meses, incluso el robo de motos, que es un eje central de nuestra planificación operativa, disminuyó 34% en el mes de enero respecto del mes de diciembre”.
Además, sostuvieron que hubo un “aumento sostenido en todo el 2023 de incidencias del 911 vinculadas a delito predatorios, constituyendo un 55% de aumento entre enero y diciembre 2023”, mientras que se produjo “de diciembre a enero un aumento del 14%”.
Más llamados al 911: qué dice el gobierno anterior
Ante la misma consulta, exfuncionarios de la gestión de Omar Perotti aseveraron a AIRE que “en primer lugar, las incidencias sobre delitos predatorios aumentaron exponencialmente, comparado diciembre y enero de los últimos dos años”.
Y analizaron: “Las denuncias no aumentan porque existe una resistencia de los ciudadanos/as a hacerlo, más en los delitos predatorios, donde no existen los seguros y hay una profunda sensación que dicho trámite será en vano. En efecto, los fiscales rara vez investigan hechos y menos mercados secundarios”.
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Asimismo, destacaron que “el nuevo sistema 911 de parametrización y sistematización de datos descarta las incidencias que no tienen asidero o falsas. El proceso siempre termina con un cierre de la carta de incidencia. Tomar este sistema como un simple registro de llamadas es un error muy grave, las principales ciudades del mundo usan mapas de calor para anticiparse al delito y prevenirlo”.
En esa línea, resaltaron que “el discurso oficial del Gobierno es negar que en Santa Fe había 120 móviles y en Rosario 190 habitualmente haciendo tareas preventivas. Eso genera una muy baja expectativa en la población y, por lo tanto, es un pésimo instrumento para estimular los llamados al 911”.
Finalmente, apuntaron que “los robos de motos se mantienen y el medio de escape de los delitos volvió a ser el motovehículo después de dos años de una planificación estratégica que apuntó a sacar las motos a los delincuentes. Indudablemente, si hay mayor retención de motos, son por infracciones leves y falla la planificación, así como también el olfato policial para retirar las potencialmente peligrosas”.
La crisis económica y su incidencia en la seguridad pública
Hay un elemento que no aparece en ninguno de los dos enfoques, pero que en otras miradas sobre la seguridad pública sí está incluido: los robos se multiplican cuando hay crisis económica. El exministro de Seguridad de la provincia Marcelo Sain expuso ese argumento en reiteradas oportunidades, una de ellas cuando apenas se empezaba a salir de la primera cuarentena por el covid, a fines de 2020.
En aquella ocasión, consideró que “aumentaron los delitos predatorios, los de la calle, llevados a cabo por delincuentes rústicos que generalmente no terminan en desgracias mayores, pero que alteran enormemente la vida social”.
“Esto ocurre por pobreza. Es por el alto nivel de desigualdad en las grandes ciudades, con circulación de gente que sobra. Esta sociedad viene de cuatro o cinco años de recesión económica que construyó pobres, viene de una situación complicada y la pandemia terminó por estallar todo”, agregó.
Y puso el ejemplo de Rosario: “Hay dos tercios de la población que quedaron afuera de los laburos y de todo tipo de regulación social, laboral y de salud, alguna porción de esas personas se dedica a actividades ilegales profesionalmente y el resto no, sobrevive”.
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