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Bajante del río Paraná: estiman que será menos severa y no llegará al récord de 1944

Ya ninguno de los escenarios que proyecta el Instituto Nacional del Agua iguala los niveles críticos de 1944, la peor bajante medida en la cuenca, pero se advierte que el río no volverá a niveles normales, al menos, hasta el verano.

En un escenario todavía marcado por un alto nivel de incertidumbre, el Instituto Nacional del Agua (INA) estimó, en su última actualización de escenarios probables para la bajante del río Paraná, que la prolongadísima reducción del caudal del río podría ser menos pronunciada de lo que se estimaba hasta hace dos o tres meses atrás, cuando el INA proyectaba una bajante récord.

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“Desde hace varias semanas se viene produciendo desde territorio brasileño el aporte de caudales superiores a los originalmente previstos, dando como resultado la estabilización de los niveles de la bajante en prácticamente todo el tramo argentino del río Paraná”, explica el organismo en su página web, donde cada semana se actualiza un reporte que contempla tres escenarios alternativos probables para el comportamiento de la actual bajante.

“El comportamiento del río Paraná se ha alejado, de modo temporario, de aquello ocurrido, por ejemplo, en el año 1944, cuando ocurrió la bajante más severa registrada”, explicaron desde el INA.

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La bajante en la cuenca del río Paraná es la más importante en medio siglo.

La bajante en la cuenca del río Paraná es la más importante en medio siglo.

Los tres escenarios de bajante en el río Paraná

La excepcional situación que atraviesa toda la cuenca del Paraná, afectada desde hace dos años por una sequía grave que afecta el sur de Brasil y amplias zonas de Paraguay y Argentina, obligó al Instituto a rediseñar su web para poder brindar información diaria sobre el desarrollo del este fenómeno, que afecta tanto a los usos humanos del río (navegación y provisión de agua dulce) como a todo el ecosistema.

En ese marco, desde el INA desarrollan de forma semanal tres escenarios probables: en el primero trabajan con una proyección de “continuación progresiva de la tendencia de bajante según registros recientes”. El escenario II es más crítico que el escenario anterior y representa una situación intermedia: “es el escenario que, a mediano plazo, resultaría el más probable de ocurrir de acuerdo a la situación de las cuencas superiores de aporte y del estado de los embalses de aguas arriba”.

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Finalmente, el escenario III es el más crítico y tiende a repetir o incluso superar los registros de 1944, cuando tuvo lugar la bajante más severa jamás. “Este escenario presupone lluvias débiles hasta el inicio del verano 2021/22”.

Las proyecciones de la bajante en el río Paraná

Juan Borus es el experto del INA encargado de la comunicación del instituto en relación con la bajante histórica. Según señaló, la explicación para que la bajante del Paraná se haya alejado de escenarios como el de 1944 es el uso de las reservas hídricas en Brasil, y no la llegada de lluvias.

“Nos hemos apartado fuertemente de lo que se considera como el cuco, que es la referencia a la bajante de 1944, hoy estamos muy lejos ya de eso. Si bien todavía tenemos una tendencia para abajo en los tres escenarios, ninguna considera ya la probabilidad de igualar o superar lo del 44”, reconoce Borus.

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Esto no significa, sin embargo, que las perspectivas sean de una mejora significativa. Muy por el contrario, Borus explicó que lo que queda por delante todavía “es malo” y que el escenario más probable, que es el II, marca “que aún estamos lejos de salir del pozo”. “Vemos que va a continuar la situación de aguas bajas muy por debajo del límite desde Corrientes hasta el estuario”, adelanta el especialista.

¿Qué explica la mejora, o en todo caso que ya no empeora de forma drástica la bajante? Según el experto la respuesta no viene por el lado de las lluvias, que siguen siendo escasas. En cambio, Borus apuntó al uso de las reservas de los embalses en las altas cuencas del Paraná y el Iguazú por parte de Brasil como respuesta.

“Claramente Brasil tiene necesidad de generar para cubrir su demanda eléctrica y no lo pueden hacer sin usar sus reservas. La pregunta es cuando se van a agotar, la respuesta no la sabemos”, dijo el especialista, quien remarcó que la variabilidad climática es muy marcada en la región y que la incertidumbre “sigue siendo muy grande”.

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La cuenca del río Paraná en Rosario y Santa Fe

Siempre en un contexto de bajante pronunciada y prolongada, los últimos escenarios desarrollados por el INA para las dos ciudades más importantes de la provincia son un poco menos graves que los que se preveían hasta hace poco tiempo atrás.

Para Rosario se espera que el pico de la bajante sea entre finales de octubre y noviembre, y las mediciones son las siguientes: en el mejor escenario se llegaría a -0,03 el próximo 19 de octubre, en un escenario intermedio a -0,84 el 23 de noviembre, y en el peor caso a -1,32 el 30 de noviembre. El récord histórico fue el 19 de septiembre de 1944, con -1,39.

Para la ciudad de Santa Fe se esperan los siguientes escenarios: en el caso menos grave, el río llegaría a 0,02 el 26 de octubre, en el escenario II alcanzaría los -0,52 centímetros el 30 de noviembre, y en el peor escenario llegaría a medir -0,82 alrededor del 7 de noviembre. La marca más baja registrada hasta ahora fue de -1,03 metros en 1944.

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El Paraguay llegó a su peor nivel histórico

Uno de los ríos que tributa al Paraná, el Paraguay, llegó esta semana a un nuevo récord histórico en el descenso de sus aguas con un nivel de -68 en la escala de Asunción (esa regla hidrométrica tiene como límite -80). En apenas cuatro días, el río Paraguay tuvo un descenso de 13 centímetros. Las autoridades de ese país informaron que la bajante extraordinaria trae consecuencias económicas, sociales y ambientales en todo el territorio paraguayo

Según los especialistas de hidrología el nivel del río Paraguay llegará hasta -0,70 centímetros. A la bajante se suman las elevadas temperaturas que atraviesa esa región, por lo que la falta de agua continuará. Según las proyecciones oficiales, recién en enero de 2022 se registrarían lluvias importantes. La importantísima flota mercante paraguaya es el sector más golpeado, ya que las embarcaciones no logran circular en el cauce hídrico.