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Política Elecciones | Santa Fe | Provincia de Santa Fe

Piso histórico de participación en las elecciones en Santa Fe: más de la mitad de la gente no fue a votar

En las elecciones 2025, en Santa Fe, se registró la menor participación desde la recuperación de la democracia: un mensaje político de una mayoría consolidada.

Según los datos del escrutinio provisorio, apenas el 46% del electorado fue a las urnas en la ciudad de Santa Fe y el 48% en Rosario. Es el registro más bajo desde la recuperación de la democracia en 1983 y es un fenómeno más notorio en las grandes ciudades que en las pequeñas localidades.

La Secretaría Electoral de la provincia había informado, en el corte de las 16:19 (a menos de dos horas del cierre de la votación), que había sufragado apenas el 46% del padrón en la provincia. Tras el cierre de los comicios, el titular del organismo, Pablo Ayala, estimó que la participación a nivel provincial, en promedio, fue del 52%.

Elecciones en Santa Fe: la participación más baja desde 1983

Los datos del escrutinio provisorio no permiten observar esa cifra a nivel provincial, pero sí ciudad por ciudad. La sostenida caída de la participación electoral en Santa Fe se empezó a profundizar a partir de 2015 y desde entonces se volvió una tendencia. En este 2025 se observó la cifra más baja de los últimos 42 años.

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El fenómeno se repite en todo el país: en las seis elecciones provinciales que se realizaron en forma desdoblada en lo que va de 2025, votó –en promedio– apenas el 57,8% del padrón. El nivel más bajo fue en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (53%) y el más alto en Jujuy (64%).

Que no haya cargos ejecutivos en disputa y que no se haya puesto aún en debate el plebiscito de la gestión nacional –algo que ocurrirá recién en las elecciones legislativas de octubre– explica, en parte, los bajos niveles de participación.

Pero ese no es el único factor: distintos observadores consultados por AIRE coincidieron en señalar la creciente apatía social producto de la falta de respuestas a las demandas más urgentes –sobre todo en la última década–, además de una creciente desconexión entre la gente y la dirigencia política, que no logra “enamorar” a aquellos a quienes pretende representar.

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Cada vez menos gente va a votar en Santa Fe

AIRE reconstruyó en una línea histórica los niveles de participación electoral en Santa Fe –tanto a nivel provincial como en la ciudad– desde 1983 hasta 2025. Los resultados son elocuentes.

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A nivel provincial, la mayor participación se dio en 1983, cuando el 88,3% del electorado fue a las urnas en las que fueron las primeras elecciones democráticas después de la dictadura iniciada en 1976. El nivel más bajo fue en los comicios de convencionales reformadores, el 13 de abril de 2025, cuando participó solo el 55,4% del electorado. Antes, en 2023, votó el 62,7% del padrón provincial (en las PASO) y el 68,2% (en las generales).

En la ciudad de Santa Fe la línea histórica es casi idéntica. La mayor participación se registró en 1983, cuando votó el 88,3% del total de personas habilitadas. Y el nivel más bajo fue en este 2025, con un 50,5% de participación en las PASO del 13 de abril y poco más del 46% en las generales del 29 de junio.

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Una hipótesis sobre la baja participación en las elecciones

La tendencia, que se empezó a profundizar desde 2015, con picos muy marcados en 2023 y 2025, puede ponerse en espejo con las elecciones intermedias de octubre 2001, que se desarrollaron en plena crisis de la convertibilidad y en vísperas del estallido social del 19 y 20 de diciembre.

En aquellos comicios la participación fue del 72,8% en la ciudad de Santa Fe, casi 30 puntos por encima del porcentaje de participación registrado en 2025, siempre de acuerdo a los datos del escrutinio provisorio.

Las elecciones de 2001 son recordadas por el "voto bronca": una forma de expresión que eligió la ciudadanía para darle un mensaje al gobierno de turno y a la dirigencia política en su conjunto. La gente fue a votar y mayoritariamente no eligió a ningún candidato. Ese año se registraron cifras récords de votos en blanco y anulados.

Ahora, en 2025, el mensaje es parecido, aunque expresado de otro modo: la forma en que eligió manifestarse una mayoría consolidada fue directamente no ir a votar. ¿Es una tendencia que llegó para quedarse o apenas la foto de un momento político? ¿Permite sacar conclusiones sobre la incapacidad del sistema democrático para responder las demandas de la ciudadanía? ¿Va a tomar nota la dirigencia política?