Aun a riesgo de que se produzca un "efecto bumerang", el presidente Javier Milei repite la estrategia de Mauricio Macri y polariza con Cristina Kirchner.
El presidente Javier Milei la subió al ring a Cristina Kirchner.
El presidente Javier Milei finalizó la semana de su cumpleaños número 54 con la mejor de las noticias: el riesgo país alcanzó los 982 puntos básicos, un valor que no se veía desde las primarias de agosto de 2019, cuando Alberto Fernández se impuso sobre Mauricio Macri.
Los bonos de la deuda argentina siguen subiendo y la estabilidad cambiaria se mantiene, lo que le permitió al Banco Central –por efecto del blanqueo, más positivo de lo que se esperaba– reforzar sus reservas en 1.053 millones de dólares este mes, el mejor octubre en materia de compras desde 2010.
También llegaron buenas noticias desde el extranjero. El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), integrado por 200 países en todo el mundo, aprobó el informe de evaluación de la Argentina en cuanto a las normas y la efectividad en el combate contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo internacional. Si el país no pasaba la prueba, caía en la denominada “lista gris”, una lista de países incumplidores. Estar en este listado genera perjuicios para la economía y el acceso al crédito internacional.
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Tras una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, los directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogiaron en un informe los avances en el programa de estabilización macroeconómica de la Argentina.
“En el primer semestre de 2024, las autoridades han logrado un superávit fiscal (el primero en 16 años), han reconstituido las reservas y han reducido la inflación más rápidamente de lo previsto”, exaltaron.
No obstante, el organismo internacional advirtió que “el ritmo de recuperación (de la actividad económica) sigue siendo incierto y desigual entre los sectores”.
En otras palabras, el FMI advierte que, si bien la Argentina en estos diez meses ha mostrado avances en el terreno de la macroeconomía, la reactivación es dispar y más lenta en la economía real.
Por caso, uno de los sectores que no logra retomar vuelo es la industria. Un nuevo informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló que la actividad manufacturera de las pymes descendió un 6,6% interanual en septiembre y acumula una caída del 15,1% en los primeros nueve meses del año frente al mismo período de 2023.
Tampoco repunta el consumo. El Indec informó el jueves pasado que en agosto las ventas en supermercados mostraron una caída 10,1% con respecto a igual mes de 2024, acumulando un retroceso de 11,5% en los primeros ocho meses de 2204 en comparación con el mismo período de 2023.
En la Casa Rosada confían en que la estabilidad monetaria y cambiaria, sumada a la caída de la inflación –que, según sus cálculos, se ubicará en 18,5% el año próximo, lejos del 40% pronosticado por el FMI–, inducirán a que la economía real lentamente reactive sus motores. Están confiados en que, mientras este escenario se mantenga sin mayores alteraciones, podrán encarar el desafío electoral del año próximo con buenas chances de triunfo.
En el menú de estrategias del gobierno nacional aparece, en primer lugar, la polarización agresiva con el kirchnerismo, una receta tan vieja como propia de la casta política. “Quiero ser el que le meta el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro”, disparó el último fin de semana el presidente Milei, decidido a ubicar en el centro de la escena a Cristina Kirchner. Una expresidenta desgastada, que ya no es capaz de imponer su liderazgo y que está dispuesta, de buen grado, a sumarse a ese juego.
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Nada nuevo bajo el sol. Durante su presidencia, Mauricio Macri apeló a la misma estrategia de polarizar con el kirchnerismo –y con Cristina Kirchner en particular– pero, cuando la macroeconomía comenzó a dar signos de caída a partir de 2018, el bumerang se le volvió en contra: la expresidenta quedó empoderada, gracias a Macri, para digitar el retorno del kirchnerismo al poder en las elecciones presidenciales del año siguiente.
Tal vez recordando aquella experiencia, Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, advirtió que Milei “está jugando con fuego”. “Si Cristina le gana la provincia de Buenos Aires (en las elecciones legislativas del año próximo), cae el gobierno. Al polarizar de esta manera, elegir un enemigo, lo que está logrando es lo que hizo Cristina: ‘Armen un partido y ganen las elecciones’. Y ganaron”, vaticinó.
