En diálogo con el programa Algo que decir, Mammarella aseguró no estar sorprendido por la medida. “No me sorprende, ya que el presidente había anunciado previamente que avanzaría con el veto en caso de leyes que no estuvieran en línea con sus políticas. Creo que esto es parte de una estrategia de gobierno”, afirmó el rector.
El financiamiento de la educación superior, que representa apenas el 0.14% del PIB y un 10% del superávit logrado por el Estado en los primeros ocho meses del gobierno de Milei, no solo es un tema económico, sino también profundamente político.
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Mammarella subrayó que el presupuesto de las universidades, que se incluye en la Ley de Presupuesto, es crucial para garantizar el funcionamiento de las instituciones, incluyendo el pago de salarios a docentes y no docentes.
El presupuesto universitario se distribuye en dos grandes partidas: aproximadamente el 70% se destina directamente a las universidades, cubriendo salarios y gastos operativos, mientras que el 30% restante queda en manos del Ministerio de Educación para políticas de programas y becas. La ley vigente actualiza estos fondos de acuerdo con la inflación, una medida esencial para mantener el poder adquisitivo y asegurar la estabilidad financiera de las instituciones.
En caso de que se concrete el veto, Mammarella mencionó que existe la posibilidad de revertir la situación en el Senado, apelando a los legisladores para que comprendan la importancia de la universidad pública y su responsabilidad en la defensa de este financiamiento. “Lo primero que haremos es acudir al Congreso para explicar a los legisladores el rol crucial de las universidades públicas y la responsabilidad que tienen en este asunto”, aseguró.
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El rector advirtió sobre las graves consecuencias de no contar con una actualización adecuada. “Estamos enfrentando una crisis salarial significativa. Casi el 70% de los docentes y no docentes en categorías iniciales están por debajo de la línea de pobreza.
Además, "la falta de financiamiento desalienta a quienes desean seguir carreras científicas", explicó Mammarella, enfatizando que el desfinanciamiento es un error que puede comprometer el desarrollo del país en áreas fundamentales como la educación superior, la ciencia y la tecnología.
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El rector advirtió sobre las graves consecuencias de no contar con una actualización adecuada.
Maiquel Torcatt / Aire Digital
Mammarella también cuestionó la falta de ejecución del presupuesto destinado a ciencia y tecnología, acusando al gobierno de tomar decisiones políticas en lugar de cumplir con las leyes vigentes. “No hay un problema de financiamiento, sino una decisión política de no ejecutar los fondos asignados. Esto constituye un incumplimiento velado de las leyes”, argumentó.
El rector destacó que, a pesar de los esfuerzos por mantener la universidad en funcionamiento, la situación es extremadamente difícil. “El atraso salarial es mucho mayor que el atraso en los gastos de funcionamiento actualizados al 2023. La prioridad ahora es resolver la crisis salarial y actualizar las becas estudiantiles”, concluyó Mammarella, subrayando la necesidad urgente de una solución para garantizar el funcionamiento continuo y eficiente de las instituciones académicas.