Mientras Cristina Fernández volvió a repetir su alianza electoral con Omar Perotti, Agustín Rossi decidió enfrentarlos en las elecciones primarias. El argumento político que sustenta tal determinación es: salvar al peronismo santafesino de que Perotti se lo lleve fuera del Frente de Todos, en alianza con el gobernador de Córdoba.
Con Cristina en la vereda de enfrente y aliada a Perotti y a María Eugenia Bielsa, el argumento parece un tanto débil. Pero al advertir el marco de alianzas junto a las cuales Rossi planea salvar al peronismo, la cosa comienza a enlodarse. Ni el experonista, exkirchnerista, exantikirchnerista, exfuncionario macrista, exmacrista, massista y ahora exmassista, Oscar Cachi Martínez, ni Luis Rubeo -acusado por María Eugenia Bielsa de acordar expresamente la gobernabilidad con el socialismo desde la Legislatura, y hasta hace horas supuesto exaliado de Rossi-, ni mucho menos el senador Armando Traferri -que en medio de la campaña deberá presentarse ante la Justicia para que lo imputen como jefe de una banda que se dedica a explotar el juego ilegal y otros negocios- son figuras cómodas para el paladar de la militancia que acompaña a Agustín Rossi desde hace años. Pero la presencia del Movimiento Evita en este armado confunde aún más todo: ya forma parte activa de "Hacemos Córdoba" en la docta, con Schiaretti.
Al margen de la incomodidad de la militancia, para el ciudadano de a pie Agustín Rossi es Cristina. Todos los argumentos descriptos hasta acá no forman parte de la conexión votante-referente que construyó Rossi “con aplausos o huevazos”, como reza alguno de sus slogans de campaña. Y su estrategia es clara. Volver a mostrarse como un kirchnerista de vieja cepa, marcar diferencias desde allí con Perotti y sostener el caudal electoral que se ganó a lo largo de estos años a fuerza de no moverse nunca de su lugar. Por ser un soldado de Cristina.
Un detalle no menor, Cristina acordó con la lista de enfrente. Pero de un lado del río sostienen que la vice presidenta nunca participó en las campañas de Santa Fe y que el acuerdo con Perotti, no alcanza para que el votante kirchnerista abandone su voto al “Chivo”.
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Mirar la conformación de la lista oficialista también incomodan argumentativamente a Agustín Rossi. Un bielsista que viene de derrotar a la exintendenta de Rosario en las elecciones a senador como Marcelo Lewandovsky encabeza la lista de senadores, secundado por la Cristinista Marilyn Sacnún. Y en diputados, el perotista Roberto Mirabella es secundado por una dirigente de La Cámpora. Como ya se dijo, hay quienes sostienen que estos detalles no son percibidos por el votante despolitizado. Y probablemente así sea.
El lunes se espera el lanzamiento formal de ambas listas del peronismo. ¿El enojo que aseguran que tiene la vicepresidenta con Agustín Rossi será parte de los títulos de los diarios? ¿Cristina no se va a meter en la campaña, como sostienen otros? No falta tanto para ir conociendo estos detalles.
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