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Política Javier Milei | Congreso | Presupuesto 2025

El primer presupuesto de Javier Milei expande el gasto público y promete desatar polémica en el Congreso

El presupuesto elaborado por Javier Milei incluye un importante incremento en las partidas para obras públicas, políticas alimentarias y giros a las provincias.

Si bien es más moderado, la iniciativa prevé que el gasto total del sector público nacional subirá en 2025 un 4,2% en términos reales respecto de este año, el cual estuvo dominado por un fuerte ajuste en la mayoría de las partidas.

Hay tres grandes rubros en el proyecto de ley donde se observa un importante incremento en el gasto respecto de este año: la obra pública, los fondos destinados a las políticas alimentarias y la atención de la niñez y los giros a las provincias.

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Por contrapartida, se observa una drástica caída en los subsidios energéticos (-41,3% en términos reales), lo que redundará en un nuevo incremento en las tarifas de luz y gas. De hecho, en el proyecto el Poder Ejecutivo establece como objetivo para el año próximo que el 84,83% del costo de la energía sea cubierto por los usuarios vía tarifas.

Entre los puntos que prometen generar más polémica en el Congreso, figuran los siguientes:

  • Regresividad en la recaudación. El presupuesto prevé un aumento de la presión tributaria el año próximo, que pasará de 22,37% del PIB a 22,92% en 2025. Este incremento obedece a una mayor carga en impuestos como Ganancias y Monotributo, como así también en los derechos de exportación y el impuesto a los combustibles. En cambio, caerá la recaudación en Bienes Personales, uno de los impuestos considerados más progresivos.
  • Suspensión de los pisos mínimos para Educación, Ciencia y Técnica y Defensa. El artículo 27 del proyecto establece que, en virtud de la declaración de emergencia establecida en la Ley Bases, se suspenderá el año próximo la aplicación del artículo 9 de la Ley Nacional de Educación, que establece un piso de 6% del PBI para la educación inicial y media.
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El presupuesto 2025 prevé una drástica caída en los subsidios energéticos que redundará en un nuevo incremento en las tarifas de luz y gas.

El presupuesto 2025 prevé una drástica caída en los subsidios energéticos que redundará en un nuevo incremento en las tarifas de luz y gas.

Por otra parte, la ley 27.614 establece que, para el año próximo, debe destinarse el 0,45% del PBI para financiar el sistema de nacional de ciencia, tecnología e Innovación. Esto también queda suspendido, al igual que el artículo 1° de la ley 27.565 que creó el Fondo Nacional de la Defensa, destinado a reequipar a las fuerzas armadas. La norma establecía para el año próximo un piso mínimo del 0,8% de los ingresos del sector público nacional para esta meta, pero su suspensión deja a este sector sin presupuesto garantizado.

  • Cajas jubilatorias no transferidas. El proyecto no prevé un refuerzo sustantivo en el financiamiento que debe realizar la ANSES a las 13 cajas previsionales provinciales que no transfirieron sus regímenes previsionales a la Nación. Esto desatará un conflicto seguro en el Congreso, porque si bien está prevista una partida para atender estos flujos -$254 millones, similar a la actual- el Gobierno viene demorando los pagos ad referéndum de auditorías que nunca termina de concretar.
  • Pauta de inflación en torno al 18,3% para 2025. En el mensaje elevado al Congreso, el Gobierno estima que el año 2024 terminará con una inflación interanual del 104,4%, poco menos de la mitad del dato de 2023 (211,4%). La inflación de agosto fue del 4,2% y acumula un 94,8% en los primeros 8 meses del año, por lo que para cumplir la meta debería bajar al 1,2% en los próximos 4 meses, un objetivo que los distintos consultores privados prevén muy difícil de cumplir.

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En tanto, para 2025 el Gobierno prevé una inflación del 18,3%, lo que implicaría un incremento mensual, en promedio, del 1,4% a partir de enero de 2025. En la oposición sostienen que esta es una estimación demasiado optimista y que, en rigor, el índice de precios será mayor. De ser así, la recaudación impositiva será mayor producto de la inflación, lo que permitiría al Gobierno reasignar estos recursos extra de manera discrecional, advierten los opositores.

El oficialismo confía en que el Congreso apruebe el presupuesto en un plazo no mayor de dos meses. La oposición, si bien se anticipó predispuesta a aprobar la llamada “ley de leyes” en tiempo y forma, buscará introducir varias modificaciones, tal como lo hizo en su momento con la Ley Bases. El interrogante es si el presidente Milei se allanará a los cambios que eventualmente introduzca el Congreso o si apelará al veto para imponerse sobre el Congreso.