Llegó la hora: este domingo, a partir de las 21, los cinco candidatos a la Presidencia de la Nación se verán las caras en Santiago del Estero, en el primero de los dos debates -el segundo se realizará en la ciudad de Buenos Aires- previos a las elecciones generales del 22 de octubre.
A diferencia de experiencias anteriores y más allá de lo que reflejan las encuestas previas, esta vez son tres los candidatos -y no dos- quienes llegan a estas instancias con posibilidades de ser elegidos para asumir el próximo 10 de diciembre. Esta parece ser, a priori, la principal particularidad en la presentación de este domingo.
A estas alturas de las circunstancias nadie duda que Javier Milei, el más votado en las Paso, llega con ventajas a los debates. Las grandes incógnitas en términos electorales pasan por determinar si habrá segunda vuelta -hasta hoy todo indica que sí- y, en ese caso, si el contrincante del libertario será Sergio Massa o Patricia Bullrich.
¿Pueden estos debates modificar decisiones entre los votantes?, quienes no quieren que Milei llegue al poder, ¿estarán dispuestos a ejercer un "voto útil", incluso modificando su decisión de las Paso?, ¿algunos de los tres principales candidatos tiene más para perder o para ganar?
Cómo impactarán los debates ante "la elección más rara desde el regreso de la democracia"
Jorge Giacobbe, analista político y director de Giacobbe y Asociados, no dudó en afirmar que "estamos frente a la elección más rara desde la vuelta de la democracia. Hace 20 años que no hay una elección de tres -la última fue en 2033 con Néstor Kirchner, Carlos Menem y Ricardo López Murphy-. Siempre sabías que votabas por el hombre lobo para parar a Frankenstein o a Frankenstein para frenar al hombre lobo. Pero ahora la situación es diferente".
Por este motivo, sostuvo que estos debates suelen ser más importantes por lo que algún candidato puede perder, que por lo que pueda ganar, pensando en el 25% del electorado que todavía no definió su voto.
"Podemos tener un debate donde cada uno le hable a su propia tribuna y no modifique nada, o podemos ser testigos de un evento inocultable, en el que alguno pegue una patinada y termine en el suelo echando espuma por la boca si comete un error. En otras palabras, es más importante no meter la pata, que salir airoso. Confío en que será un debate donde será mucho más importante lo actitudinal, que lo conceptual. En el que quizá haya que seguirlo con el volumen muteado", planteó el analista.
El factor de Javier Milei juega un papel central en el actual escenario político argentino. En este sentido, Giacobbe opinó que "si prevalece la idea de que Milei es inocuo, crecen sus posibilidades. Pero si se instala la idea del temor, entonces probablemente tengamos cierto corrimiento de ese 25% del electorado 'para parar al loco'. Esto es constitutivo del comportamiento humano. Los argentinos votaron alguna vez por un supermercadista colombiano -Francisco De Narvaez- para frenar al kirchnerismo, votaron a Massa para frenar a Cristina, votaron a Alberto para frenar a Macri".
"Hasta las Paso, veíamos que el 70% del electorado quería parar al kirchnerismo, pero resulta que hubo dos herramientas distintas para lograrlo. Ahora, veremos qué herramienta elige la gente. Los que votan por Milei no tienen ninguna duda. El tema es que los que no lo quieren, están desorientados y sin un liderazgo. Todavía hay un proceso que se tiene que disipar y, tal vez, los debates puedan contribuir. De lo contrario, la moneda continuará en el aire hasta los días previos a las elecciones", opinó.
Para Lucas Romero, consultor político y director de Synopsis Consultores, lo más importante en estos casos no suele ser el debate en sí mismo, sino las repercusiones y retazos multiplicados a través de las redes sociales.
"Más allá de que esta vez pueda haber más gente mirando el debate por el hecho de que son tres los candidatos con posibilidades, lo cierto es que se trata de audiencias relativamente reducidas. Pero el crecimiento de la conversación pública en redes sociales hace que la repercusión de doble vuelta, con los retazos del debate, se convierta en más importante que el debate en sí mismo", insistió.
Por este motivo, los equipos de campaña "estarán cortando, compartiendo e intentando viralizar aquello que contribuya a beneficiar a su candidato y a perjudicar a otros".
"En este escenario, es muy difícil ganar una elección gracias a un debate, pero sí es posible perderla por situaciones que terminen deteriorando la imagen de un candidato", explicó.
Según Romero, "esto lleva a los candidatos a la necesidad de ser mucho más conservadores, no cometer errores, no pisar el palito, no quedar expuestos con una situación que pueda ser recortada y viralizada. Lo que queda en la memoria de los televidentes son las respuestas que son más espontáneas, por eso es clave la habilidad para salir airosos de algún momento de agresión, que seguramente se va a producir".
El director de Synopsis sostuvo que "seguramente los rivales busquen generar en Milei alguna respuesta inconveniente, suponiendo que es alguien inestable, que puede enojarse y salirse del comportamiento esperable para un candidato a Presidente. Por eso Milei deberá tener mucha paciencia para no prenderse. Y me lo imagino hablando una y otra vez de la casta, la casta, la casta".
Para Romero, "es difícil que un voto de Bullrich pase a convertirse en un voto para Massa, pero sí detectamos que parte de los votantes de Horacio Larreta están migrando" hacia el actual ministro de Economía.
"Si el debate ayuda a fortalecer un escenario de miedo a Milei, será un escenario favorable para Massa. No tengo dudas de que Massa puede consolidar su piso de apoyo, si se logra plantear el miedo a Milei", remarcó.
Milei, Massa y Bullrich, cada uno con su estrategia
Según el politólogo y consultor, Patricio Mouche, seguramente este domingo se dará "un debate fuerte, movido, con mucho contraste porque la particularidad con respecto a otros debates, es que hay tres candidatos que llegan con chances y con la necesidad de pelear. Lo paradójico es que también se acrecienta el riesgo de hacer un mal papel al arriesgar, pero no hacerlo puede significar perder espacios".
Mouche espera estrategias bien definidas en los tres candidatos con posibilidades: "A Sergio Massa lo veo tratando de polarizar con Javier Milei. A Patricia Bullrich, tratando de cortar esa dinámica y buscando asociar a Massa con el kirchnerismo. Y a Milei, poniéndolos a los dos del otro lado del tablero".
El analista afirmó que los sondeos muestran que la mayoría de las personas no cambiará su voto de las Paso, "pero frente a un escenario de paridad, con que el 5% de los votantes modifique su decisión, puede haber un cambio en los resultados".
Mouche consideró probable que entre algunos votantes que no apoyan al libertario se imponga la lógica del "mal menor" y terminen votando por el candidato que consideren con posibilidades de frenar a Milei.
Sin embargo, advirtió que "en los últimos tiempos comienza a observarse que Milei ya no solo representa el candidato 'anticasta', sino que crece el número de personas que consideran que efectivamente es quien puede mejorar el rumbo del país".
Para Leandro Graglia, analista y consultor político fundador de Analitica 427, no es el debate de este domingo el que presenta particularidades, sino "el escenario político de la argentina dividido en tercios y con un personaje polémico, como Milei, al que le gusta confrontar".
Graglia explicó que este tipo de debates y discursos políticos tiene básicamente tres misiones. La primera, "reforzar el apoyo de los propios". La segunda, "polemizar con los que creen lo contrario". Y la tercera, "persuadir al que no es votante propio, ni está totalmente convencido por votar por otro de los candidatos".
"Las experiencias de debates demuestran que lo más sencillo es reforzar la idea de nuestros propios votantes, darles argumentos para que repitan, para que compartan en sus redes, para que confronten al resto. En las personas operan con fuerza los sesgos cognitivos y solemos tomar lo que refuerza nuestros marcos de pensamiento. Lo incorporamos a nuestro esquema mental, de manera que no altere demasiado lo que percibimos", explicó.
En este sentido, sostuvo que "es muy difícil que alguien que cree que Milei es peligroso, lo escuche y cambie su marco cognitivo. Pero es también muy poco probable que quienes votaron por él en las Paso, cambien ahora de postura. Al votante de Milei no le preocupa Milei. Incluso incorpora, por ejemplo, la posiblidad de que votarlo pueda resultar un salto al vacío. Frente a este discurso, la respuesta es 'Y bueno, de última, saltemos'. Es un miedo muy difícil de instalar, porque a ese grupo de votantes le da más miedo lo que hay".
¿Es probable que el votante de Massa vote por Bullrich si considera que ella tiene más posibilidades de frenar a Milei?, ¿puede un votante de Bullrich votar por Massa para lograr el mismo objetivo?
Para Graglia, "este es el argumento que conscientemente se intenta impulsar desde el sector de Massa y por eso el candidato se saca fotos con radicales y habla de un gobierno de unidad nacional".
Si bien es factible que se de en algunos casos este "voto útil", tendrá que "superar una barrera muy importante, porque el votante de Juntos por el Cambio difícilmente acepte votar por alguien relacionado con el kirchnerismo o el cristinismo. Puede suceder en algunos casos puntuales, pero es poco probable que de esta manera se logre una diferencia significativa".
Además de Milei, Massa y Bullrich, los dos debates también tendrán como protagonistas a Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y a Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad- FIT).
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