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Política Juan Ameri | renuncia |

Crónica del escándalo Ameri: "Hermano, o renunciás a la banca hoy o te expulsamos"

Los entretelones de la "salida" del diputado salteño luego de las escenas de sexo con su pareja en plena sesión virtual de la Cámara Baja.

Nunca en la historia de la Cámara Baja un diputado de la Nación fue expulsado de manera tan rápida e implacable. Juan Emilio Ameri, diputado kirchnerista por Salta, se lleva ese triste galardón y el castigo que le impusieron sus pares fue el corolario merecido a una forma de hacer política que, en el caso de Ameri, estuvo teñida de denuncias por acoso y violencia.

El episodio, por lo inédito y bochornoso, es bien conocido: en plena sesión virtual de la Cámara de Diputados, el diputado Juan Ameri protagonizó una escena íntima con su pareja sin percatarse de que la cámara de su computadora estaba encendida. El escándalo se vio por una de las pantallas que rodean al hemiciclo, aunque nadie, salvo Sergio Massa, presidente del cuerpo, la había registrado.

Massa, rápido de reflejos, no lo dejó pasar y, pragmático, capitalizó políticamente el episodio –aunque afectara a un diputado de su propio bloque- para provecho propio. Inmediatamente se encargó de difundir a los medios de comunicación lo sucedido y se plantó ante los legisladores y la opinión pública como la autoridad implacable que impartiría el castigo correspondiente. Massa, sin esperarlo, encontró en el acto bochornoso protagonizado un ignoto diputado salteño un trampolín para fortalecer su imagen, alicaída en las últimas semanas por sus obligadas exposiciones junto al kirchnerismo.

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No bien registró la escena de Juan Ameri, Massa convocó a su despacho a Máximo Kirchner, a Cecilia Moreau y a Cristina Álvarez Rodríguez, los lugartenientes del bloque del Frente de Todos. Los anotició de la situación y decidieron actuar rápido. Eran las seis de la tarde y la sesión parecía transcurría sin dificultades: el diputado Carlos Heller exponía sobre el proyecto de ley que propone reformular el régimen del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema previsional y una larga lista de oradores esperaba su turno. Pero Massa interrumpió el debate, puso en conocimiento de sus pares lo que había sucedido y pidió la inmediata suspensión del salteño.

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Las imágenes de la sesión donde se veía a Juan Ameri con su pareja

Las imágenes de la sesión donde se veía a Juan Ameri con su pareja

La sorpresa fue mayúscula: el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, sentado en su banca, no tenía la más remota idea de lo que había ocurrido; tampoco los demás jefes de bloque. Menos aún estaban enterados quienes estaban conectados de manera virtual desde sus domicilios; de hecho, Graciela Camaño, de Consenso Federal, pidió actuar con más calma antes de tomar tan drástica decisión. Pero el escándalo ya se había viralizado por las redes sociales y los medios de comunicación; Camaño después confesaría que jamás había vivido, en sus largos años como diputada nacional, semejante acto bochornoso en la Cámara baja. Mientras tanto Ameri trataba de justificar lo injustificable. “Estoy mal, muy mal. Pensé que se había caído internet. Vino mi pareja a mostrarme cómo le quedaron las prótesis mamarias. Y le di un beso en la teta, eso fue todo", atinó a explicar en sus primeras declaraciones públicas.

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Los medios porteños lo asediaban y pronto sacaron a relucir el prontuario del salteño: un dirigente político de la agrupación hiperkirchnerista “El Aguante” con infinidad de denuncias de violencia y acoso, incluso hacia compañeros de militancia. Había ingresado en la Cámara de Diputados por un golpe de suerte: su referente político en Salta, Sergio “Oso” Leavy había renunciado a su banca como diputado nacional tras ser electo senador. Ameri le seguía en la lista.

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Ameri renunció a la banca luego del escándalo

Ameri renunció a la banca luego del escándalo

Ése fue su único “mérito” para ocupar una banca. Al kirchnerismo no le fue difícil deshacerse de Ameri, aunque éste, en un primer momento, no estaba convencido de renunciar. "He avergonzado a mis pares, mi familia y a toda la sociedad, pero la decisión de renunciar o no la voy a tomar el día de mañana", dijo Ameri avanzada la noche. El salteño no se percataba que el kirchnerismo ya había tomado la decisión por él. Poco antes de la medianoche, nuevamente Massa y Máximo Kirchner se retiraron detrás de la presidencia del recinto. Llamaron al salteño y pusieron el altavoz para que Ameri escuchara la orden: “Hermano, o mandás la renuncia o te echamos esta noche”, emplazó Massa.

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Así fue como, ya en la madrugada de hoy, el ahora exdiputado Ameri decidió presentar su renuncia. Massa llamó a una reunión privada de los jefes de bloque y les mostró la comunicación enviada por el salteño. Sin embargo, la aceptación de la renuncia no fue inmediata: en Juntos por el Cambio hubo voces, como la de Fernando Iglesias –ferviente antikirchnerista–, que exigía que se reúna una comisión de legisladores y que se expulse al diputado. “No queremos enjuagues ni renuncias. Corresponde que se reúna la comisión y que lo expulsen”, enfatizó.

El kirchnerismo, en cambio, ya tenía definido que anoche mismo debía cerrarse el tema y no dilatar una sanción para no perjudicar aún más la imagen del oficialismo. Así fue. La renuncia fue aprobada con 224 votos a favor, uno en contra, del misionero Alfredo Schiavoni (Pro); y tres abstenciones, de Fernando Iglesias (Pro), Javier Campo y Héctor “Toty” Flores, ambos de la Coalición Cívica-ARI. Eran las tres y media de la madrugada: el episodio había pasado, no así el bochorno. Un bochorno que, de manera descarnada, puso al desnudo la baja calidad de algunos de nuestros representantes en el Congreso que, por obra y magia de la boleta sábana bloqueada, ocupan un sitial que no merecen.

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