Si bien la inclusión del expresidente radical fue celebrada en su espacio, generó críticas inmediatas por parte de sectores opositores que acusaron trato desigual y restricciones a la hora de pronunciar sus propias referencias partidarias.
Así fue la jura de Maximiliano Pullaro como convencional para reformar la Constitución de Santa Fe
“¿Juráis por Dios, por la patria y la memoria de Raúl Alfonsín, padre de la democracia, desempeñar fielmente el cargo de convencional para la Reforma de la Constitución de la provincia de Santa Fe...?” fue la fórmula utilizada en el juramento de Pullaro, quien respondió con un firme: “Sí, juro”.
El momento fue leído por muchos como un acto de reivindicación institucional, dada la figura de Alfonsín en la historia democrática argentina. Sin embargo, convencionales de la oposición consideraron que se trató de una excepción injustificada y denunciaron que a ellos se les negó la posibilidad de sumar referencias similares.
Quejas desde el PJ y Somos Vida
Lucila De Ponti, diputada provincial y convencional por el Partido Justicialista, fue una de las primeras en manifestarse: “Quiero dejar constancia del flagrante acto discriminatorio que acabamos de presenciar. Muchos pedimos incluir simbologías en nuestras juras y nos lo negaron, pero hoy vimos que no era tan ‘vedado’ como decían. Se está ejerciendo un privilegio político que deja al resto en inferioridad”.
Jura Maximiliano Pullaro Convención
Maximiliano Pullaro juró como convencional reformador de la Constitución de Santa Fe, junto a Victoria Tejeda, y recordaron la figura de Rául Alfonsín.
En la misma línea se expresó Silvia Malfesi, convencional por el espacio Somos Vida, quien había solicitado jurar por la Constitución de Juan Bautista Alberdi, pero su pedido fue rechazado por ceremonial: “Es una vergüenza lo que está pasando. Me dijeron que no se podía modificar la fórmula, y minutos después vemos cómo se hace una excepción por conveniencia política”.
Ambas legisladoras anticiparon durante la sesión que sumarían sus propios términos en el momento de jurar, como forma de protesta simbólica frente a lo que consideran un acto de arbitrariedad institucional.
Una convención que arrancó con tensiones
El conflicto en torno a la fórmula del juramento no es un detalle menor. Marca desde el inicio una tensión política en el funcionamiento de la Convención, que tiene por delante el enorme desafío de reformar una Constitución que no se toca desde 1962. La apertura formal del proceso fue un hecho institucional relevante, pero también dejó expuestas las diferencias de criterio y la disputa por los gestos simbólicos.
Mientras el oficialismo defiende la incorporación de Alfonsín como parte de su identidad democrática, desde la oposición reclaman reglas claras, equidad y respeto a la diversidad ideológica en un espacio que debería representar a toda la sociedad santafesina.