Una deuda comercial, el motivo de la extorsión a un médico de la ciudad de Santa Fe
La Fiscalía dio detalles de la causa en una audiencia en la que quedó en prisión preventiva otro de los involucrados en la extorsión.
La Fiscalía dio detalles de la causa en una audiencia en la que quedó en prisión preventiva otro de los involucrados en la extorsión.
El dato fue revelado por la fiscal Laura Urquiza en una audiencia realizada este miércoles en la sala 2 de Tribunales, ante el juez Pablo Spekuljak.
En la audiencia, primero se concretó la imputación a Rodolfo Liendo, acusado de ser uno de los ideólogos de la maniobra. A pesar del reclamo del abogado defensor Jorge Qüesta, el juez impuso la prisión preventiva del imputado.
La extorsión que investiga la Fiscalía ocurrió entre el 1 y el 10 de octubre, cuando se logró la detención del primero de los involucrados, un joven de 22 años identificado como Guillermo Pucheta, quien fue imputado y quedó en prisión preventiva.
Urquiza dio detalles de la investigación que comenzó cuando la víctima radicó la denuncia de manera online, el mismo 1° de octubre tras recibir los primeros mensajes extorsivos.
Cuando se dio la detención de Pucheta, la Fiscalía ya contaba con información sobre los titulares de las líneas telefónicas, e incluso se estaban realizando escuchas activas.
Así se llegó a detectar que los mensajes eran enviados desde el teléfono de Pucheta, de otro teléfono con característica de Chubut, que estos teléfonos se comunicaban entre sí y que además, el teléfono de Pucheta tenía contacto con el teléfono de Liendo.
La Fiscalía atribuyó a Liendo ser una de las personas que aportó la información necesaria para que Pucheta y otro joven que aún no fue detenido, pudieran comunicarse con la víctima y exigirle el pago de la deuda.
La otra persona que aportó información es un empresario extranjero, con quien la víctima había concretado algunos negocios vinculados a la exportación de cereales en 2024, y con quien efectivamente había adquirido una deuda dineraria.
El vínculo entre el empresario extranjero y Liendo también está vinculado con la actividad comercial, y la víctima refirió haber conocido a Liendo a través de estos negocios. Además, refirió que no le inspiraba confianza y que por eso había dejado de hacer negocios con el empresario extranjero.
A través de la investigación, la Fiscalía pudo reconstruir que fue Liendo quien contactó a Pucheta para “hacer un trabajito”: cobrar la deuda que la víctima tenía con el empresario, y con él mismo. Tras ser detenido e imputado, Pucheta solicitó declarar y confirmó todo lo que Urquiza había imputado; además, agregó que conocía a Liendo a través de su padre y que habían mantenido un encuentro en la estación de servicio ubicada en Aristóbulo del Valle y el Puente Negro.
Para corroborar esta declaración, los investigadores buscaron las cámaras de la zona: se pudo ver este encuentro entre Pucheta, Liendo y el tercer involucrado. Allí, Liendo les dijo que había que hacer una visita personal para concretar el pago de la deuda porque los mensajes no estaban dando resultado.
Al día siguiente, Pucheta y su cómplice se presentaron en los dos locales comerciales de la pareja de la víctima. Las cámaras de la peatonal registraron cómo Pucheta se quedaba en la puerta mientras el otro muchacho ingresaba al local. Luego, fueron hasta el centro comercial y actuaron a la inversa: Pucheta ingresó mientras su acompañante quedó afuera. Esto también quedó registrado por las cámaras de seguridad.
La fiscal se refirió luego a lo complicado que fue la detención de Liendo, ya que sólo había registrados domicilios en otras localidades de la provincia. Sin embargo, sabían que vivía en Santa Fe. Finalmente, tras la detención de Pucheta, la pareja de éste lo llamó por teléfono, lo puso al tanto de la detención y le dijo que lo estaban buscando también a él.
Entonces, Liendo se fue a Rosario y recién fue detenido el lunes en la vía pública, en la puerta de una casa que los investigadores sospechaban podía ser su lugar de residencia.
Urquiza insistió con que la información aportada por Liendo y por el empresario fue fundamental para que Pucheta y su cómplice pudieran realizar la extorsión, y por eso imputó el hecho como una coautoría, como parte de un plan común y con distribución de tareas.
Luego, el abogado defensor cuestionó la calificación legal del hecho, y se refirió a variada doctrina y jurisprudencia que sostiene que, si no se concreta el pago del dinero, no puede considerarse consumada la extorsión; en este caso, la víctima no entregó dinero, no hubo un "perjuicio económico", por lo que no podía considerarse consumado el delito, a decir del defensor.
Qüesta agregó que, si el delito había quedado en grado de tentativa, al pena que puede imponerse es menor y la mínima es de ejecución condicional; además, Liendo no cuenta con antecedentes penales y tiene arraigo familiar, por lo que reclamó medidas alternativas a la prisión preventiva.
Al momento de resolver, el juez repasó la evidencia ventilada por la Fiscalía en la audiencia, y si bien compartió el criterio del defensor en cuanto a que la extorsión no se había consumado y el delito había quedado en grado de tentativa, valoró la gravedad de los hechos y la existencia de riesgos procesales para dictar el encarcelamiento preventivo.
Spekuljak recordó que los imputados conocen datos personales de la víctima: direcciones laborales, lugar de residencia y hasta a qué escuela asiste el hijo de la víctima; también valoró que ya fueron amenazadas las empleadas de los locales comerciales cuando recibieron la visita de los sospechosos.
Finalmente Liendo pidió declarar, sus textuales palabras fueron: "Yo no soy un delincuente, no me escapé a Rosario, fui a ver un recital con mi hija. No tengo nada que ver con el apriete que hicieron ellos, yo sólo quería cobrar la deuda, estos chicos sólo tenían que cobrar la deuda".
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