Un preso de la Cárcel de Piñero lideraba el negocio de la droga en Rosario desde el teléfono fijo del pabellón
Siete personas fueron imputadas en Rosario por narcotráfico; el sindicado como líder era un preso de Piñero que utilizaba el teléfono fijo del pabellón
El jefe de la banda se comunicaba con sus cómplices desde los teléfonos fijos del pabellón 11 en la cárcel de Piñero
Un grupo de personas vinculadas al delito de narcotráfico en los barrios Nuevo Alberdi y La Cerámica, y que era organizado por un preso de la Cárcel de Piñero que se comunicaba con la banda desde un teléfono fijo ubicado en el pabellón del penal, fue imputado en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
A los imputados, identificados como Brian A., Valeria M., Emanuel V. y Priscila A., la Fiscalía les atribuyó la coautoría del delito de comercio organizado de estupefacientes; a Brenda N., Darío C., y Carlos P., se les atribuyó el delito de comercio organizado de estupefacientes, en calidad de partícipes secundarios. Finalmente, Federico F. fue imputado como autor del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El Juez de Primera Instancia Hernán Postma tuvo por formalizada imputativa y dictó para Brian A. Valeria M. Emanuel V., Priscila A. Brenda N., Darío C. y Carlos P. la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley y para el identificado como Federico F. la prisión preventiva efectiva por el plazo de 90 días. Además, por disposición de la Fiscalía se ordenó la restricción de visitas y comunicaciones para los imputados.
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Comercio de estupefacientes
La fiscal Mercedes Banchio atribuyó a Brian A., Valeria M., Emanuel V., Brenda N., Darío C. Carlos P. y Priscila A. el haber formado parte de una organización destinada a comercializar estupefacientes -clorhidrato de cocaína y cannabis sativa-, que se desarrolló en la zona de Nuevo Alberdi y La Cerámica de la ciudad de Rosario, en el período comprendido entre -al menos- el 11 de agosto y el 19 de noviembre. La estructura era liderada por Brian A. desde su lugar de alojamiento (pabellón 11 de la Unidad Penitenciaria N° 11 de Piñero).
La banda mantuvo una estructura de división de roles y continuidad en el tiempo, articulando la adquisición, acopio, fraccionamiento y venta al menudeo del material estupefaciente. Con el fin de ejercer la correcta gerencia y administración de los puntos de comercio, Brian A. designó a Valeria M y a su pareja, Emanuel V. quienes el día 9 de octubre recuperaron su libertad luego de ser condenados por la Justicia Federal por el delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización, en calidad de partícipes secundarios.
La organización diaria se daba mediante instrucciones que eran impartidas por Brian A. a los administradores utilizando los teléfonos fijos asignados al pabellón, determinando los distintos lugares destinados a la venta y acopio de los estupefacientes y la administración del dinero recaudado. A su vez, Valeria M. y Emanuel V. debían rendir cuentas de manera periódica a Brian A., informándole sobre el avance de las ventas, los montos obtenidos, las deudas, la situación en los distintos sectores donde operaba la organización y cualquier inconveniente surgido en el territorio, con el fin de asegurar un control permanente y garantizar la continuidad del negocio.
En la audiencia de este martes se precisó que el material estupefaciente era facilitado por un persona prófuga a Emanuel V. y Valeria M., quienes ocultaban el mismo en su vivienda ubicada en Presidente Quintana 200 bis. Desde allí trasladaban la sustancia en cantidades que resultaban necesarias para su comercialización, hacia el domicilio de Brenda N. en Siripo 1500, en Rosario, quien era la encargada junto a otra persona aun no hallada, de realizar el fraccionamiento en dosis y la venta directa al consumidor en la vía pública.
Asimismo, Darío C. era el encargado de realizar el acondicionamiento, fraccionamiento en dosis y venta de la marihuana -cannabis sativa- en el punto ubicado en Hipólito Irigoyen 1300 de Rosario. Priscila A. era la encargada de comercializar estupefacientes al por menor en el barrio Nuevo Alberdi de la ciudad de Rosario. Para llevar adelante la actividad, y a través de Carlos P., obtuvo contacto directo con Brian A. y Valeria M. coordinando con ambos el traslado y venta de las dosis fraccionadas para su consumo.
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El jefe de la banda se comunicaba desde el teléfono fijo del pabellón 11 en la Cárcel de Piñero
Foto/ Gentileza
Estructura organizada
Brian A. ejerció el liderazgo de la organización, dirigiendo todas sus operaciones desde el pabellón 11 de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero. Aprovechando que los teléfonos fijos asignados al referido pabellón permiten realizar llamadas a cualquier número telefónico; impartió órdenes diarias a Valeria M. Emanuel V. y a los distintos integrantes de la estructura, gestionando la adquisición de material estupefacientes y armas de fuego. Asimismo, a través del nexo facilitado por Carlos P. con quien compartía pabellón, incorporó a su estructura a Priscila A., asignándole la comercialización de estupefacientes en dosis fraccionadas en el callejón ubicado en Héctor Palacios y Cullen y Ugarte ampliando con ello su rango de acción.
Valeria M y Emanuel V. personas de especial confianza de Brian A. a quienes confió la administración de los distintos puntos de venta ubicados en el barrio La Cerámica de la ciudad de Rosario; la Fiscalía sostuvo que los imputados asumieron dichas funciones principalmente a partir del 9 de octubre de 2025, fecha en que ambos recuperaron su libertad ambulatoria tras ser condenados por la Justicia Federal a la pena de 3 años de prisión de ejecución condicional, por tráfico de estupefacientes con fines de comercialización, en calidad de partícipes secundarios. La condena derivó de su aprehensión el 25 de abril en el domicilio de calle Rauch 1500 de Rosario, donde se secuestraron 526 gramos de cocaína distribuidos en 230 envoltorios y una balanza de precisión.
Asimismo, Valeria M. fue aprehendida nuevamente el 11 de abril, en el punto de venta ubicado en calle Irigoyen 1300 de Rosario, teniendo con fines de comercialización 45 gramos de clorhidrato de cocaína. En tanto, Brenda N. utilizó su domicilio, de Siripo 1500 de Rosario, como base de operaciones; allí, y siguiendo las órdenes instrucciones impartidas por Brian A. llevaban a cabo el fraccionamiento de los estupefaciente las cuales eran comercializadas en la vía pública, específicamente en las intersecciones de Irigoyen y las vías férreas, y de Medrano y Siripo de Rosario.
Priscila A. fue sindicada por la Fiscalía como una de las actoras de relevancia del comercio de estupefacientes en el barrio Nuevo Alberdi de Rosario. A partir del 16 de septiembre se contactó directamente con Brian A. quien le proporcionó el número de teléfono de Valeria M. para coordinar la venta de las dosis fraccionadas, la cual era llevada a cabo en el callejón ubicado en Héctor Palacios y Cullen y Ugarte de Rosario. Asimismo, contaba con armas de fuego de puño, destinadas a eventuales casos de disputas por el control del territorio.
Finalmente, a Emanuel F. se le atribuyó jueves 19 de noviembre de 2025, aproximadamente a las 6h, haber tenido en su poder sin la debida autorización legal materiales estupefaciente y elementos de corte destinados a la comercialización en el domicilio sito en calle Zelaya 900 de la ciudad de Rosario. Se le secuestró una bolsa de nylon la cual contenía 75 gramos de marihuana que sometido al reactivo correspondiente dio positivo cannabis sativa; junto a precintos plásticos y banditas elásticas que presumían su fraccionamiento en dosis destinadas al consumidor.