Un lavadero del barrio Jardín Mayoraz de Santa Fe quedó bajo la lupa de la Justicia federal luego de haber sido allanado por una causa que investiga a una banda narco de San Javier y que estaba conformada por agentes policiales que prestaban servicios en la capital provincial y Rosario.
El local, ubicado en Ángel Cassanello al 2500, fue recientemente allanado por policías de la Dirección de Investigación Criminal sobre Narcotráfico de la Región III, I y IV (dependiente de la Agencia de Investigación Criminal), los cuales hallaron dentro del inmueble una serie de elementos que confirmaron su rol como centro logístico para el acopio y fraccionamiento de cocaína de máxima pureza.
En la irrupción en el domicilio, los investigadores se encontraron con 2,4 kilogramos de cocaína compactos (en ladrillos). Uno de ellos, inclusive, dentro de un envoltorio color naranja y que tenía un león como signo, lo cual indica que tendría una alta pureza. En otro sector del lavadero, se hallaron también elementos vinculados al tratamiento del polvo blanco: una caja con inscripción “lidocaína”; dos bidones que tenían un líquido transparente tipo solvente; doce potes de plástico de creatina vacíos; más de medio kilo de polvo blanco; un horno eléctrico; una licuadora y hasta una prensa hidráulica.
Sumado a ello, los investigadores secuestraron del lugar $9.600, una casa rodante y una motocicleta a nombre del propietario del inmueble, identificado como B. A., señalado como quien, junto con su pareja, Brisa Soda y su suegro, Rafael “Ale” Soda, proveyeron de cocaína a un grupo de policías de San Javier, que mediante colaboradores distribuían el polvo blanco en la localidad de la costa santafesina.
La causa, instruida por el fiscal federal de Reconquista Roberto Salúm, se inició cuando agentes policiales del área de drogas de San Javier descubrieron, en septiembre del 2021, que en el barrio Pizarro de esa localidad había dos hombres que se dedicaban a la venta y distribución al menudeo de estupefacientes. A partir de ese dato, se inició una causa judicial que meses después detectó que de las maniobras también participaban dos agentes policiales, identificados como Javier Nardoni y Matías Hernández, y otro que supo formar parte de la fuerza, pero que fue exonerado: Roque Cabanqui.
Mediante escuchas telefónicas, los investigadores lograron establecer después que tanto Nardoni como Hernández eran quienes habrían encabezado el negocio narco y junto con un grupo de “colaboradores” distribuyeron cocaína de manera particular, tipo delivery. No obstante ello, la pesquisa determinó que ambos policías se movilizaban en un Ford Ka negro, el cual se presume pudo haber sido utilizado para realizar maniobras de tráfico o venta de drogas.
La causa estableció luego que los agentes policiales se abastecían de la droga en la ciudad de Santa Fe por lo que un grupo de investigadores viajaron hasta la capital provincial para desarrollar tareas de inteligencia y así identificar a la línea de provisión del grupo narcopolicial. De recorrida por Santa Fe, los policías encubiertos del Departamento Regional de Investigación Criminal sobre el Narcotráfico apuntaron a “Ale” Soda (51), su hija Brisa y el yerno B. A., como los proveedores de la organización de San Javier. De hecho, en sus tareas de inteligencia, informaron a la Justicia sobre los domicilios del clan familiar, como también los lugares donde se podría acopiar droga.
Los datos se sumaron al expediente judicial que se tramita en Reconquista, por lo que la Fiscalía, ante la sospecha de que la banda de San Javier podría estar avisada de la investigación y así disolverse, solicitó al juez federal Pablo Fernando Morán 16 allanamientos para lograr desbaratar al engranaje narco criminal que operaba entre San Javier y Santa Fe. La mayoría de los procedimientos tuvieron lugar en San Javier, mientras que el resto se desplegaron en Santa Fe (cuatro) y otro en el Destacamento Rucci de la ciudad de Rosario.
Como resultado de los allanamientos, los investigadores procedieron a detener a los agentes policiales investigados, como también el exonerado y parte de sus colaboradores en San Javier. Mientras que en la capital provincial, lograron ser apresados Soda (padre) y su hija, apuntados como los proveedores de la banda. Todos quedaron a disposición del Juzgado federal de Reconquista para su posterior audiencia indagatoria. En tanto, el dueño del lavadero, por su parte, aún no fue encontrado por lo que se encuentra prófugo.
Temas
Te puede interesar