La Prefectura Naval Argentina allanó esta semana un templo evangélico ubicado en el barrio Liceo Norte de la ciudad de Santa Fe, en el marco de una causa que investiga a dos hermanos vinculados al tráfico y venta de drogas en la ciudad. Se trata de María Sol Salas, alias “Chochi”, quien junto con su hermano, Luciano, quedaron detenidos y a disposición del juez Marcelo Bailaque, a cargo del Juzgado Federal N°2 de Santa Fe para su posterior indagatoria.
En el caso de “Chochi”, la misma fue detenida en el allanamiento que efectuó la fuerza federal el miércoles pasado. Mientras que su familiar estuvo prófugo durante dos días, hasta que se presentó el último viernes con su abogado particular en la sede de Prefectura del puerto de Santa Fe cerca de las 14.30, según indicaron fuentes allegadas a la investigación.
Ambos hermanos, que son devotos de la religión umbanda, protagonizaron en 2019 un intrincado episodio judicial que se ventiló en los tribunales de Santa Fe luego de que Salas (Luciano) hiriera con un disparo de arma de fuego a su hermana. Tal suceso ocurrió el 23 de mayo de aquel año y fue investigado por el entonces fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Martín Torres, quien tras evaluar la evidencia recolectada por la Policía de Investigaciones ordenó liberar al pai umbanda tras determinar que el disparo se dio de manera accidental.
Sombrío hallazgo
Por la causa narco, los investigadores desplegaron un total de cuatro allanamientos en donde encontraron cocaína, marihuana, balanzas de precisión, municiones calibre 9 milímetros, teléfonos celulares y un chaleco antibalas.
Sin embargo, todos esos elementos, que si bien tienen una importancia central para la investigación, terminaron opacados tras un tétrico hallazgo en una fosa ubicada en el interior de una casa de Callejón Aguirre. En que allí, los pesquisas encontraron un cráneo humano, de más de diez centímetros, que pudo haber sido utilizado para la realización de rituales umbandas.
En esa propiedad, los investigadores secuestraron 355 gramos de cocaína, 6 gramos de marihuana, 2 Chip; un pendrive; 2 notebook; 2 tablet y un total de 11 celulares.
Conexión umbanda
Durante la investigación, surgieron además otros datos que vincularon a Luciano Salas con la mai umbanda Vanesa Saravia, alias la “Curandera”, detenida desde el 2019 por una causa que investigó la Unidad Investigativa Antinarcóticos I y que se tramitó en la Fiscalía Federal N°1, a cargo de Gustavo Onel.
Es que según detectaron los pesquisas del caso, Salas aparece con Saravia en una fotografía que fue publicada en una red social por lo que se sospecha sobre el vinculo que pudo tener con la líder espiritual y sindicada jefa narco de una organización que suministraba de estupefacientes a al menos treinta puntos de venta de drogas de la capital provincial y la región.
La misma, el pasado miércoles, fue beneficiada por un fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, que resolvió otorgarle la prisión domiciliaria para el cuidado de sus hijos (todos menores de edad). Tal beneficio fue luego de un camino judicial que empezó cuando el abogado defensor de la Curandera, Fernando Sirio, pidió ante el juez de instrucción Reinaldo Rodríguez que su defendida cumpla la medida cautelar (y espere el juicio) con arresto domiciliario. Como el magistrado rechazó el pedido, el letrado recurrió a la Cámara de Rosario en donde obtuvo la negativa por segunda vez.
Sin embargo, Sirio tocó una puerta más en la Sala 4 de Casación Penal de la Nación y fueron los jueces Javier Carbajo, Ángela Ledesma y Marino Borinsky, los que le hicieron lugar a su planteo, de privilegiar el “interés superior del niño”, por lo que anularon el fallo de los jueces rosarinos.
En efecto, el planteo judicial volvió a ser revisado por los camaristas de la ciudad de Rosario, José Guillermo Toledo, Elida Isabel Vidal y Aníbal Pineda, los cuales (a excepción de Pineda) resolvieron otorgarle la prisión domiciliaria hasta que llegue el juicio en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.
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