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Policiales Los Monos |

Un arsenal de pruebas contra Los Monos por ataques a escuelas y estaciones de servicio

El "Viejo" Cantero fue acusado por asociación ilícita junto a otras 21 personas y también lo imputaron por administración fraudulenta, tras secuestrarle alimentos de un plan municipal, y por maltrato animal, ya que poseía gallos de riña, caballos y galgos en malas condiciones.

Gallos de riña, caballos para usarlos en cinchadas clandestinas, aves silvestres, comida del municipio de Rosario para repartir en la villa Vía Honda. Venta de franquicias para vender drogas. Atentados contra dos escuelas y siete estaciones de servicio en la previa de las elecciones nacionales. Esta cantidad de delitos, nucleados bajo el rótulo de una asociación ilícita, fueron los que imputaron, tras desentrañar un arsenal de pruebas, los fiscales encabezados por Valeria Haurigot contra 21 miembros de la banda de Los Monos, capitaneados por Máximo Cantero, conocido como "El Viejo", uno de los fundadores de esa organización criminal a fines de los 90.

La audiencia se llevó adelante bajo un clima de tensión. Cantero y los otros detenidos habían llegado a la madrugada, un día después de que se suspendiera la audiencia el martes por los problemas “extraños” en el audio de la transmisión –según Walter Gálvez, subsecretario de Asuntos Penitenciarios–. "El Viejo" llegó con chaleco antibalas, en medio de un operativo de seguridad que incluyó a más de 70 efectivos.

A la par, entró a la central 911 una amenaza contra los fiscales que investigaron esta asociación ilícita.

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La audiencia se llevó adelante bajo un clima de tensión y en medio de un fuerte operativo de seguridad.

La audiencia se llevó adelante bajo un clima de tensión y en medio de un fuerte operativo de seguridad.

Si el Viejo Cantero no sale en libertad habrá plomos para todos. Fierros y balas nos sobran”, dijo una mujer, con un teléfono con característica de Buenos Aires, en el llamado que hizo a la central 911. También en la amenaza advierten que “el señor Cantero tiene que salir hoy en libertad”. Incluso, la mujer que protagoniza el llamado advierte sobre lo que ocurrió el martes, cuando se suspendió la audiencia imputativa por problemas en el sonido.

“Van a pasar más cosas que se va a cortar la transmisión (sic), van a pasar cosas más importante y más graves así que tengan en cuenta este pedido”, señala una voz femenina y corta la comunicación.

Por lo que señala el llamado teléfono algo “extraño” ocurrió, como aseguró Gálvez, en la audiencia donde no funcionaba el zoom, porque los 22 detenidos tenían previsto participar de la audiencia desde el llamado Order de la Alcaidía, ya que –como señaló la jueza Valeria Pedrana– el Servicio Penitenciario provincial no garantizaba la seguridad del traslado hasta el Centro de Justicia Penal, que se encuentra cercado por decenas de gendarmes y vallas que cortan el tránsito en toda la manzana.

Esta amenaza se produjo horas antes de que los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Gastón Ávila desentrañaran en una audiencia imputativa un arsenal de pruebas contra este brazo de la banda de Los Monos, comandado por el llamado Viejo Cantero y su expareja Patricia Celestina Contreras, padre y madre de Ariel, conocido como Guille, que está preso en el penal federal de Marcos Paz.

En la investigación judicial se determinó que, por un lado, Máximo Cantero, quien manejaba un comedor comunitario en el barrio Vía Honda y entregaba alimentos provistos por el municipio de Rosario, manejaba el territorio donde autorizaba a determinadas personas a cambio de dinero a poder vender drogas y realizar otro tipo de delitos, como extorsiones. Por otro, está acusada su expareja Patricia Contreras, alias Cele, de pagar a un preso que está alojado en Coronda por llevar adelante atentados contra escuelas y estaciones de servicio durante los días previos y posteriores de las elecciones.

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El fiscal Franco Carbone, del MPA de Rosario, es uno de los que lleva adelante la acusación.

El fiscal Franco Carbone, del MPA de Rosario, es uno de los que lleva adelante la acusación.

De acuerdo a la investigación que llevó seis meses, las 22 personas imputadas participaron en ataques a balazos contra dos estaciones de servicio en la semana previa a las elecciones nacionales de noviembre pasado. Hubo más balaceras a las estaciones que no pudieron ser probadas, pero se sospecha que estuvo la misma banda. También fueron acusados de atacar las escuelas Crisol y Santa Isabel de Hungría el 14 de noviembre pasado, el mismo día de los comicios generales legislativos; y una extorsión.

El Viejo Cantero y su pareja Rosa Montero también fueron acusados por administración fraudulenta y maltrato animal. En su casa se encontraron animales, entre ellos, gallos de riña, aves silvestres, caballos que se usaban para cinchadas y galgos para carreras. También se secuestraron en la casa de Vía Honda, donde tiene su domicilio Cantero, más de 8.000 kilos de alimentos a granel y las 137 cajas de alimentos del plan municipal Cuidar. En esa casa de dos plantas de Avellaneda al 4500 funciona un comedor “comunitario” que lo maneja Montero. Lo que se comprobó en la investigación es que esos alimentos estaban destinados a la asociación civil "El Ceibo-Manos que trabajan", cuyo presidente es Leonardo Enrique Pucheta y su tesorera es Cintia Macarena Berón, otros dos imputados.

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