Fue a 30 días de ocurrido un procedimiento de drogas realizado por la Gendarmería Nacional en la ciudad de Santo Tomé.
El reciente fallo fue tras un acuerdo abreviado realizado en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal.
La Justicia federal de Santa Fe dictó esta semana la primera condena bajo el sistema acusatorio que comenzó a regir a partir del 6 de mayo en toda la provincia y en el cual los casos penales comenzaron a ser juzgados mediante la oralidad.
La reciente sentencia fue dictada por el juez Reinaldo Rodríguez en el marco de un juicio abreviado acordado entre los fiscales Eduardo Costa Calvo y Gustavo Onel y la defensa del imputado, a cargo del defensor oficial Pablo Andrés Vacani.
El protagonista del caso es Gerardo Manuel Salomón, quien fue detenido el 9 de mayo pasado cuando circulaba con tres hombres a bordo de una Ford EcoSport que fue interceptada por Gendarmería frente a un country de Santo Tomé.
A partir del procedimiento, los agentes descubrieron que Salomón transportaba una caja y una mochila que en su interior contenían frascos con marihuana por un peso total de 1,5 kilogramos.
Salomón fue detenido y trasladado días después al Tribunal Oral Federal, en donde fue imputado por transporte de estupefacientes y quedó en prisión preventiva por un plazo de 30 días.
Un mes después, Fiscalía y defensa acordaron cerrar una condena de tres años de prisión en suspenso por tenencia simple, ya que no pudo establecerse que destino iba a tener el material estupefaciente secuestrado.
El flamante acuerdo marcó un hito en la historia de la Justicia federal de Santa Fe, ya que, además de ser la primera, rompió un récord porque en 30 días se resolvió el conflicto penal, algo que en el sistema mixto anterior hubiera tardado por lo menos un año.
Es que previo a la reforma judicial, regía en la Justicia federal de Santa Fe un sistema mixto que era escrito en la etapa de instrucción (investigación); y oral y público en la fase de juicio.
En dicho sistema, que entró en vigencia en 1994, las causas solían tardar meses o años en llegar a la instancia de juicio, ya que el proceso implicaba que el expediente judicial debía ser girado desde un juzgado a un tribunal oral para su posterior juicio. Tal proceso, podía tardar meses o años. En cambio, con el nuevo sistema acusatorio, cada fiscal tiene su caso del principio al fin y no depende de un juzgado para decidir si abre o no una causa judicial.
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