Peligra el inicio de clases en la escuela N.º 1234 Profesor Ravera de barrio San Agustín de la ciudad de Santa Fe, ante la cantidad de robos que sufrió durante este verano. Este lunes los directivos confirmaron que sufrieron el robo de cables de luz durante el fin de semana.
"Sacaron todos los caños con todos los cables", confirmó Gabriela, vicedirectora de la escuela
La guardia policial que trabaja de 22 a 7 de la mañana encontró parte de los cables en el piso, algunos tirados en la cuneta y caños en el patio. Hoy la escuela posee una matrícula de 700 alumnos, para los cuales corre peligro el inicio de clases por la falta de luz y de los ventiladores que los ladrones se llevaron.
"Ahora no tenemos luz ni los cables", sostuvo Beatriz, otra de las vicedirectoras, que calificó como espantosa la situación que viven al mismo tiempo que agradeció contar con alarma. Las directivas confirmaron que sufrieron más de diez robos y que los delincuentes habrían ingresado el sábado por la mañana.
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El 31 de enero la escuela se convirtió en noticia luego de alcanzar los diez robos, en esa ocasión, los delincuentes dejaron sin baño a la institución. Ingresaron a la secretaría y se llevaron televisores, computadoras y materiales que utiliza el personal, por lo que las autoridades del establecimiento educativo resolvieron soldar las puertas al día siguiente.
Ese mismo día, ladrones volvieron a ingresar y realizaron actos vandálicos dentro de la institución de zona noroeste de la ciudad de Santa Fe.
La institución se ubica sobre avenida Teniente Loza, a una cuadra del Mercado de Productores y a dos cuadras de la Comisaría 7°. Las directivas confirmaron que las autoridades del Ministerio de Educación están al tanto de la situación y se ocupan para solucionar la problemática.
Ante la falta de energía y de agua, el comedor brindó viandas secas este lunes a los niños. "No hay luz y no cargan los tanques, esperamos que esto se solucione lo antes posible", sostuvo Gabriela.
La posibilidad de que se registre un nuevo robo pone en jaque a las autoridades que están a la espera de que les otorguen custodia policial las 24 horas.
El temor se vive tanto dentro como fuera de la escuela, los docentes aseguran tener miedo al momento de entrar o salir de su trabajo. "Tengo miedo, pero lo hacemos por los chicos. Es angustiante la situación", afirmó Beatriz, emocionada.
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