Nicolás Gatti, el hijo de Liliana Sala, la empleada del Correo Argentino que fue asesinada en su casa de Sauce Viejo en 2021, reflexionó este miércoles sobre el inicio del juicio oral y público en el que es juzgado Pablo Flatt como el autor del brutal femicidio.
Para la Fiscalía y querella, Liliana fue atacada por Flatt a sabiendas de que se trataba de persona de 57 años, mujer, sola, con escasa seguridad en su domicilio, conociendo las formas de ingreso y egreso del mismo.
“Hoy fue el primer día, difícil pero bueno con la expectativa que ella pueda descansar en paz”, comentó en dialogo con AIRE y resaltó que desde que ocurrió el crimen nada volvió a ser igual. “Nos dejó un vacío eterno. No sé cómo va a seguir, estaremos tratando de estar codo a codo. Es complicado. Quiero que se termine para que mi mamá pueda descansar en paz”, sostuvo.
Gattí también comentó que a lo largo del proceso penal que llevó a Flatt a estar en el banquillo de los acusados le tocó presenciar cierto cinismo por parte del imputado en distintas audiencias. “Sentimos una burla por parte de la persona. Conmigo y con mis hermanos también, haciéndonos un gesto o una sonrisa para con nosotros”, destacó.
El juicio
El debate comenzó este miércoles y se da ante un tribunal de jueces conformado por Gustavo Urdiales, Sergio Carraro y Susana Luna, que evalúan las pruebas que fueron recolectadas por la fiscal Alejandra Del Río Ayala, en el marco de una investigación que supieron realizar las agentes de la Brigada de Femicidios de la Agencia de Trata de Personas.
Representado por el abogado del Servicio Púbico de la Defensa, Sebastián Amadeo, Pablo Flatt llegó al juicio con prisión preventiva e imputado por el delito de delito de femicidio calificado por alevosía.
Tanto la fiscal, como la querella a cargo de Carlos Rabazzi y Rubén Kilibarda, anticiparon un pedido de pena de prisión perpetua.
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