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Narcos y umbandas: procesaron al "Pai" Luciano por venta de drogas en Santa Fe

La medida fue dispuesta en el Juzgado Federal N°2 de Santa Fe y lleva la firma del juez Marcelo Bailaque. Un inspector de policía también quedó ligado a la causa por encubrimiento.

La Justicia federal de Santa Fe procesó este martes a un pai umbanda local que fue detenido en el marco de una causa que investigó la venta y distribución de drogas en la capital provincial. Se trata de Luciano Salas, quien junto con su hermana, un changarín y un inspector de policía provincial, quedó implicado en una investigación judicial que se tramitó en la Fiscalía Federal N°2, a cargo de Walter Rodríguez, y que llevó a cabo la Delegación de Inteligencia e Investigación Criminal de Prefectura Naval Argentina.

La resolución estuvo a cargo del juez Marcelo Bailaque, actualmente a cargo del Juzgado Federal N°2, quien ordenó que el cuarteto imputado permanezca detenido con prisión preventiva hasta que por lo menos la causa avance al juicio.

En cuanto a los cargos, el magistrado procesó tanto a Salas, como su hermana, María Sol, alias “Chochi” y al changarín Santiago Eladio Del Curto, como presuntos autores responsables del delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”. Mientras que el agente policial, Luis Héctor Tisera, quedó procesado por encubrimiento, agravado por ser respecto de un delito especialmente grave, por su condición de funcionario público y el ánimo de lucro e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El juez decidió además trabarle un embargo a los cuatro imputados: en el caso de los hermanos Salas y Del Curto, el magistrado dispuso embargarlos hasta cubrir la suma de 320 mil pesos; mientras que a Tisera la suma alcanzó los 100 mil pesos.

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Los cuatro fueron detenidos en distintos procedimientos que ejecutó la Prefectura. La que primero conoció las esposas fue “Chochi”, a quien los investigadores la apresaron el 19 de mayo pasado en un allanamiento que se concretó en su casa del barrio Liceo Norte. Dos días después, se entregó su hermano en la sede la fuerza en el Puerto, ubicado en avenida Alem.

Por su parte, el 28 de mayo, los investigadores dieron con el resto de los imputados: Del Curto y Tisera, el cual hasta su detención oficiaba como seguridad en el mercado de frutas y hortalizas del barrio La Tablada, en el norte de la ciudad de Santa Fe.

La causa, cuyo cimiento son escuchas y tareas de observación, tuvo su inicio a partir de una denuncia que llegó a la Agencia de Investigación Criminal que denunció que un hombre, identificado como Luciano, le ofreció a otro vender “merca” de la buena, la llamada “delfín”, y que no iba “tener problema porque tenía comprado a los altos mandos de la PDI”.

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El tétrico hallazgo que encontraron los investigadores en el allanamiento contra los hermanos Salas.

El tétrico hallazgo que encontraron los investigadores en el allanamiento contra los hermanos Salas.

En principio, la investigación supo estar a cargo de la Brigada Operativa Antinarcóticos, sin embargo, tras no tener ningún avance, pasó a tramitarse en la Prefectura Naval Argentina, fuerza que realizó las tareas de inteligencia y detectó que ese tal Luciano era Salas y que el mismo oficiaba como pai umbanda en un templo evangélico ligado a la Asociación Religiosa Africanista Argentina Sarava.

En ese templo, los investigadores detectaron movimientos compatibles con maniobras vinculadas a la venta y distribución de drogas: entrega de paquetes o bolsas, en donde presuntamente habría cocaína u otro estupefaciente. No obstante, otro dato que lograron recolectar los pesquisas fue que en ese templo de manera periódica arribaban móviles policiales y se quedaban por un buen rato.

Por esa razón, aparece vinculado a la investigación el inspector Tisera, quien quedó bajo la lupa de la Justicia a partir de una denuncia que lo acusó de ser quien asesoraba a Salas (Luciano) sobre cómo llevar a cabo la actividad clandestina sin lograr ser advertido.

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La investigación también apuntó al vínculo que cosechó Luciano Salas con su par umbanda, Vanesa "Curandera" Saravia, quien fue detenida el 7 de noviembre del 2019 tras una causa que llevó a cabo el fiscal Gustavo Onel y cuya pesquisa estuvo a cargo de la Unidad Investigativa Antinarcóticos y derivó en el secuestro de 147 kilos de cocaína.

Según detectaron los investigadores, Salas apareció con Saravia en una fotografía que fue publicada en una red social por lo que se sospecha sobre el vínculo que pudo tener con la líder espiritual y sindicada jefa narco de una organización que suministraba de estupefacientes a por lo menos menos treinta puntos de venta de drogas de la capital provincial y la región.

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