Este viernes fue detenido un policía santafesino que presta servicios en destacamento del Mercado de Productores, sospechado de proteger una organización narcocriminal que opera en el norte de la ciudad de Santa Fe, liderada por dos hermanos pai umbanda. También se detuvo a un cuarto implicado.
El policía detenido presta servicio en el destacamento del Mercado
La causa es tramitada por la Fiscalía Federal Nro. 2 a cargo del fiscal Walter Rodríguez, y la investigación es realizada por la Delegación de Inteligencia e Investigación Criminal de la Prefectura Naval Argentina.
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Cuatro detenidos
El pasado 19 de mayo los hermanos María Sol Salas y Luciano Sergio Salas fueron detenidos en allanamientos solicitados por el fiscal Rodríguez, donde además se logró el secuestro de sustancias estupefacientes que tendrían como destino su comercialización ilícita. La investigación permitió identificar a por lo menos dos personas más implicadas en la causa: Santiago Eladio Del Curto y el policía Luis Hector Tisera, quienes fueron detenidos este viernes por la mañana.
Del Curto reside en calle Chaco al 7100 y conforme a los dichos de vecinos del lugar está involucrado en el narcotráfico y en “andar a los tiros amedrentando a los vecinos”. Al allanarse el inmueble se secuestraron aproximadamente 250 gramos de cocaína, doce plantines y ramas de cannabis sativa y una balanza de precisión digital en funcionamiento.
Protección policial
En el desarrollo de las investigaciones, los pesquisas observaron móviles policiales en otro de los inmuebles allanados, en callejón Aguirre al 4300, por lo que se sospecha de una trama narcocriminal compleja, con más personas implicadas. La participación del policía Tisera como encubridor de Salas y Del Curto surgió a raíz de una denuncia que tramita en la misma fiscalía federal, en la que se indica que el funcionario policial Luis Héctor Tisera habría favorecido personalmente y con ánimo de lucro a Salas y Del Curto, a fin de que pudieran eludir posibles investigaciones judiciales.
En esa misma denuncia se sostiene que Tisera, quien cumplía tareas en el destacamento del Mercado de Productores, recibía material estupefaciente en camiones de hortalizas y luego recaudaría el dinero en un puesto de dicho mercado. En el marco de esa investigación se resolvió intervenir el teléfono del policía, y en tareas investigativas se lo vio frecuentar el domicilio de los hermanos Salas, en un vehículo oficial de la policía.
En las intervenciones telefónicas se detectaron diálogos de Tisera con terceras personas, que demuestran el trato personal existente entre el policía, y Salas y Del Curto. En una de aquellas conversaciones, luego de enterarse de los allanamientos ejecutados en la causa el 19 de mayo, Tisera pregunta: "escuchame, decime si o no... encontraron algo?", lo que denota que sabía que en el lugar podían haber sustancias prohibidas.
En otro tramo de la conversación, Tisera le reprocha a su interlocutor “yo le había dicho pero nunca me quisieron escuchar", a lo que le responden:-"si te escucharon, anoche se fueron todos". Para los investigadores, esto demuestra el rol de Tisera en la organización, y que había advertido del allanamiento para que puedan "limpiar" el lugar antes de la intervención judicial.
En otro pasaje de las comunicaciones manifiesta Tisera que se iba a acercar al lugar donde estaban allanando con el móvil policial y un chofer, dejando en evidencia que utiliza los vehículos de la Fuerza para realizar sus maniobras de protección y encubrimiento. Para Rodríguez, los elementos reunidos en la causa son suficientes para tomarle declaración indagatoria a Tisera por el delito de encubrimiento por favorecimiento personal de Luciano Salas y Santiago Del Curto, agravado por ser respecto de un delito especialmente grave, por la condición de funcionario público y el ánimo de lucro.
Conexión umbanda
Durante la investigación, surgieron además otros datos que vincularon a Luciano Salas con la mai umbanda Vanesa Saravia, alias la “Curandera”, detenida desde el 2019 por una causa que investigó la Unidad Investigativa Antinarcóticos I y que se tramitó en la Fiscalía Federal N°1, a cargo de Gustavo Onel.
Es que según detectaron los pesquisas del caso, Salas aparece con Saravia en una fotografía que fue publicada en una red social por lo que se sospecha sobre el vinculo que pudo tener con la líder espiritual y sindicada jefa narco de una organización que suministraba de estupefacientes a al menos treinta puntos de venta de drogas de la capital provincial y la región.
La misma fue beneficiada hace diez días por un fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, que resolvió otorgarle la prisión domiciliaria para el cuidado de sus hijos (todos menores de edad). Tal beneficio fue luego de un camino judicial que empezó cuando el abogado defensor de la Curandera, Fernando Sirio, pidió ante el juez de instrucción Reinaldo Rodríguez que su defendida cumpla la medida cautelar (y espere el juicio) con arresto domiciliario. Como el magistrado rechazó el pedido, el letrado recurrió a la Cámara de Rosario en donde obtuvo la negativa por segunda vez.
Sin embargo, Sirio tocó una puerta más en la Sala 4 de Casación Penal de la Nación y fueron los jueces Javier Carbajo, Ángela Ledesma y Marino Borinsky, los que le hicieron lugar a su planteo, de privilegiar el “interés superior del niño”, por lo que anularon el fallo de los jueces rosarinos.
En efecto, el planteo judicial volvió a ser revisado por los camaristas de la ciudad de Rosario, José Guillermo Toledo, Elida Isabel Vidal y Aníbal Pineda, los cuales (a excepción de Pineda) resolvieron otorgarle la prisión domiciliaria hasta que llegue el juicio en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.
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