Los cuerpos de las víctimas
Mónica Alejandra Vega, de 13 años, desapareció días antes de ser hallada muerta en una cámara cloacal en la vivienda de Héctor Anselmo Sánchez, alias “El Nene”. Presentaba signos de violencia física y abuso sexual. Durante la inspección, los forenses encontraron un segundo cadáver, envuelto en una sábana y en avanzado estado de descomposición: era Yésica Mariela Martínez, “Marela”, de 9 años, desaparecida cinco meses antes.
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Fallas policiales y denuncias previas
La Comisaría 1ª de Avellaneda había sido advertida por los padres de “Marela”, quienes señalaron a Sánchez como sospechoso desde un principio. Sin embargo, la policía no investigó ni allanó su vivienda. Solo tras la desaparición de Mónica y la denuncia de Hugo “Bebe” Sánchez, hermano del “Nene”, se ordenó el allanamiento que reveló los macabros hallazgos.
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Pintadas que recuerdan a Marela, una de las niñas asesinadas, en la “Casa del Horror”.
Las confesiones del “Nene” Sánchez
Héctor Sánchez confesó ambos asesinatos tras ser detenido. Aseguró haber matado a “Marela” por rencor hacia su padre y afirmó que estaba bajo los efectos de las drogas cuando asesinó a Mónica. Fue condenado a prisión perpetua en 2006.
El trágico final del asesino
En 2017, después de cumplir más de una década de condena, “El Nene” Sánchez fue encontrado ahorcado en su celda en la cárcel de Batán. Aunque su conducta en prisión era ejemplar, nunca mostró arrepentimiento por sus crímenes, y no dejó explicación alguna para su suicidio.