La acusación se encuentra a cargo de los fiscales Jorgelina Mosser Ferro y Matías Broggi, quienes en su alegato de apertura del juicio anticiparon que pedirán una pena de 10 años para Mario Daniel y Aguirre, y 20 para Hugo Pérez.
Está previsto que la etapa de producción de pruebas concluya entre este viernes y el lunes. Una vez finalizada tal etapa procesal, las partes deberán realizar sus alegatos de clausura y se espera que en los próximos días el tribunal a cargo del debate -conformado por los jueces Rosana Carrara, Leandro Lazzarini y Susana Luna- dé a conocer la sentencia.
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El juicio se realiza en el primer piso de los tribunales de Santa Fe.
Maiquel Torcatt/ Aire Digital
Prostitución, violencia y Mónica Aquino que no aparece
Durante el debate que se realiza en la sala 6 del primer piso de tribunales, la Fiscalía buscó probar que Mónica fue obligada a ejercer la prostitución y en caso de no querer hacerlo o recaudar dinero era sometida a brutales golpizas.
Durante la primera jornada, Angela Bruschini, la exjefa de la Brigada de Femicidios, declaró que los hermanos Pérez y su madre hicieron de Mónica una mercancía que debía prostituirse de manera diaria y cualquier hora. “Era una mercancía que era entregada por la mañana, la tarde y la noche”, dijo.
Además, remarcó que la chica actualmente desaparecida fue iniciada por los Pérez en el mundo de la prostitución y que debía recaudar 30 mil pesos por día. Y, en caso de no lograrlo, era brutalmente golpeada por Hugo y Mario.
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Otra testigo narró también que Mónica le contó que había sido abusada por al menos siete presos durante una visita a Hugo Pérez, cuando este aún purgaba una pena por intento de homicidio en prisión. “Me contó que la abusaban y él no hacía nada”, recordó la testigo.
Mientras que una mujer, que pasó también por el debate, confesó haber sido iniciada por Hugo Pérez cuando tenía 15 años y era trasladada hasta una casa de la ciudad de Rafaela, en donde debía prostituirse y estar bajo la orden de “La Rusa”, la dueña de casa.
La testigo recordó a su vez que el proxeneta la amenazaba y golpeaba en caso de no querer prostituirse y reportarle la ganancia de los pases sexuales a los que debía acceder en el prostíbulo rafaelino. No obstante, dijo que conoció a Mónica Aquino y le sugirió los lugares donde podía denunciar para salir del entorno de los hermanos Pérez. “Yo la veía a ella y me veía a mí”, contó ante el tribunal.
