El fiscal Carlos Lacuadra sostuvo que el imputado, identificado como Gianfranco Moreyra, apuñaló a G.P. por celos al sospechar que mantenía una relación con su expareja; en tanto, los defensores Carlos Carozzi y Guillermo Corestein alegaron que Moreyra fue emboscado por dos personas, y que sólo se defendió.
El herido fue trasladado al hospital Iturraspe donde debió ser intervenido quirúrgicamente, mientras que el sospechoso fue detenido a pocas cuadras del lugar del hecho.
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La jueza Rosana Carrara avaló la hipótesis fiscal y dictó la prisión preventiva del imputado
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Dos amigos, un cuchillo y dos versiones
El 25 de abril cerca de las 19:15 una mujer llamó a la Central de Emergencias 911 y alertó sobre un hombre herido en inmediaciones de JR Mendez al 6300, y acusó como responsable a su expareja, Gianfranco Moreyra, y alegó un “malentendido”.
En tanto, la víctima fue trasladada al hospital Iturraspe por un vecino ya que la ambulancia no llegaba. Allí se constató una herida en el abdomen, y debió ser intervenido quirúrgicamente porque la puñalada le había comprometido el hígado.
Moreyra fue detenido a pocas cuadras del lugar, y cuando fue abordado por la policía no ofreció resistencia, reconoció haber apuñalado a G.P. e indicó a dónde había descartado el cuchillo utilizado: en un descampado de Piedrabuena, a 200 metros del lugar.
El hecho quedó a cargo del fiscal de Homicidios Carlos Lacuadra, quien imputó a Moreyra como autor de tentativa de homicidio. Al momento de ventilar la evidencia, el representante del MPA destacó la declaración de la expareja de Moreyra, de una hermana y de la propia víctima.
Estas declaraciones son coincidentes en que Moreyra estaba celoso de G.P. porque pensaba que había comenzado una relación con su expareja. Tanto la mujer como la víctima negaron que eso sea así; la hermana de Moreyra también declaró y agregó que ese día ya habían tenido una discusión al respecto.
Por su parte, la víctima del hecho sostuvo que desconoce por qué Moreyra lo apuñaló: "Su expareja me dijo que él pensaba que yo era su amante, a la mujer la conozco de vista; se persigue porque piensa que la mujer lo engaña, pero nada que ver. Quiero que se haga justicia, yo casi me muero, casi no la cuento", relató.
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El hecho es investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios
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La versión que presentó la defensa es que Moreyra fue víctima de una emboscada, que desde hace algún tiempo es víctima de hostigamiento por parte de su expareja, de la cual se separó cuando se enteró que no era el padre biológico de uno de los hijos del matrimonio, y que esa situación motivó que deba recibir tratamiento psiquiátrico.
Según los defensores, G.P. se presentó con otra persona para atacar a Moreyra, y éste sólo se defendió, motivado por la “emoción violenta”.
Al momento de definir entre el pedido de prisión preventiva de la Fiscalía y la libertad con alternativas reclamada por los defensores, la jueza Rosana Carrara evaluó que la evidencia avala la imputación fiscal, y que los defensores deberán reunir prueba que demuestre su teoría. La prisión preventiva dictada por la jueza podrá ser revisada por pedido de la defensa ante la aparición de alguna prueba que pueda poner en crisis la imputación.